Alfombra voladora sobre Bagdad, de Hala Jaber
¿Hasta qué punto una periodista se podía involucrar con su fuente? ¿Dónde estaba el límite de lo que era el trabajo encomendado por el Sunday Times de Inglaterra y el sentimiento de cualquier ser humano ante la tragedia? ¿Es un relato periodístico o una historia de vida? Si Alfombra voladora sobre Bagdad cae en las manos de un lector que lea la contraportada y vacile si leerlo o no, seguramente éstas sean las preguntas que atraviesan su mente. En este libro, Hala Jaber logró un testimonio de guerra como corresponsal en Iraq en el 2003 pero también regala en sus páginas confesiones de una mujer tocada en su punto más débil.
A través de un encargo del periódico para el que trabaja, Jaber se traslada a Bagdad junto con su marido y fotógrafo, Steve. En la búsqueda de una historia sobre los huérfanos de guerra –se topa con casos sumamente tristes y desgarradores- se cruza con Zahra, una nena cuyo cuerpo está totalmente quemado como consecuencia de un misil que mató a toda su familia, excepto a su hermana menor, Hawra. El cariño que se establece con sus fuentes, una abuela desesperada y una promesa que la obliga a hacer algo, llevan a la periodista a dejar de lado su profesión e involucrarse en la historia.
En una suerte de autobiografía, mechada entre capítulos, conocemos la historia de la periodista: libanesa, casada con un inglés, nueva vida en Inglaterra y con deseos de ser madre. Con la religión islámica como fuente de su tradición, la exigencia es que tenga hijos ni bien comienza el matrimonio pero a lo largo de los años, ella va a descubrir que en realidad no va a poder ser madre y su sueño de ver a sus hijos crecer se ve frustrado.
De alguna forma, se va entendiendo como toca la situación a la periodista, el tener al frente a dos niñas que se quedaron sin familia, a quienes ella podría ayudar, por quienes comienza a sentir esa tenacidad propia de cualquier madre para salvar a sus hijos de lo que sea. Ese llanto ante la tragedia y al sufrimiento de quienes quiere mientras el deseo de convertir a esas nenas en la razón de su vida.
Por momentos, creía que la historia era inventada. Un típico drama hollywoodense de una periodista que se involucra en la historia pero lo distinto del libro es justamente la veracidad de las escenas, la revelación de sus propios sentimientos aún cuando pueden parecer superfluos. Jaber cuenta todo sabiendo que puede ser criticada en su actuar como profesional o también en su comportamiento como ser humano.
No sólo es una pequeña radiografía de lo que fue la Guerra de Iraq, de las consecuencias que dejó. También hay paso para personajes memorables, valientes, con historias fascinantes que me cautivaron tanto al punto que los buscaba en internet (¡Eran reales y tenían rostro! Hawra después dejó de ser un invento de mi imaginación).
Más allá de compartir esta cosa del periodismo de querer contar historias y ser testigos de lo que pasa, el libro no es más que un testimonio humano. Con las imperfecciones, pensamientos y golpes que las personas atraviesan cada día. Las preguntas que se formule el lector serán respondidas en tanto lea el libro y saque sus propias conclusiones. Hasta dónde uno puede juzgar y hasta dónde el ser humano sentimental le gana al racional.
Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)
Uff, Rose, parece un libro muy interesante. Muchas veces al pensar en el periodísta recuerdo a Kevin Carter y la fotografía con la que ganó el Pulitzer… Luego se suicidó atormentado por ello. Es difícil saber donde está esa delgada línea que el periodísta no puede o no debe atravesar.
Me han encantado tanto la reseña como el libro, me lo apunto para futuras lecturas. Me encantan este tipo de libros que nos cuentan historias que, aunque son muy duras, son reales y debemos conocerlas. Además soy periodista así que creo que lo disfrutaré mucho. Gracias por descubrirme esta historia. Saludos.
Cuéntate la vida http://cuentatelavida.blogspot.com
Así es, Susana. Cuánto uno se puede involucrar en la propia historia.
Goizeder: Si sos periodista, te va a gustar mucho. Yo estoy pronta a recibirme y estas historias me llegan el doble porque me lo planteo desde la profesión en sí.
Muchas gracias por comentar.
Rosario:
me ha emocionado leer tu reseña y me apunto para leer el libro. Detrás de todo lo que se reporta en las noticias está lo que este libro es: una historia humana, eso es lo que nos sienta frente al televisor o el periódico: querer saber qué pasa en el mundo…pero a veces olvidan que los hechos acontecen no a números, sino a personas.
¡gracias por la reseña!
Ale.
Ale!
Que linda tu última reflexión!!!
Gracias por pasarte!