Mi relación con Assassination Classroom se ha convertido en un diario de lectura público, porque es la tercera vez que os hablo de él. Suerte habéis tenido de que no comenzara a leerlo desde el primer número… Como no quiero repetirme, os dejo enlazadas mis reseñas de Assassination Classroom 15: Hora de la tormenta y Assassination Classroom 16: Hora del pasado, por si aún no sabéis nada de este manga, y paso a comentaros qué me ha parecido Assassination Classroom 17: Hora de dividirse.
Si la anterior entrega me encantó, pues en ella se revelaban incógnitas clave de la trama y había grandes dosis de amor, acción, crítica social y drama, este último capítulo me ha parecido de transición. Incluso su autor, Yusei Matsui, lo reconoce, de ahí que la portada sea amarilla, el color de las medias tintas, el que aparece cuando empieza a desvariar, según él. ¿Qué se le va a hacer? Todas las series —o sus creadores— necesitan esos momentos. Pero que sea de transición no quiere decir que no pase nada, ya que la clase de 3º-E de la escuela secundaria Kunugigaoka rompe la baraja y da un paso decisivo para encarar la recta final de la historia.
Tras conocer el pasado de su profesor, algunos alumnos se niegan a seguir adelante con la misión de asesinarlo, mientras que otros creen que deben hacerlo de todos modos. No es una cuestión de odio —¿quién podría odiar a ese encantador monstruo que ha hecho tanto por ellos?—, sino de principios. Os recuerdo que si Koronsensei no muere, el mundo entero será destruido, así que es una decisión vital; y todos, tanto los que quieren matarlo como los que quieren salvarlo, creen firmemente que su postura es la mejor para el bien común. Aunque también saben que la fuerza de la clase reside en su unión y que, si no se ponen de acuerdo, serán ellos mismos los que pierdan todo lo que han ganado a lo largo del curso. Así que Korosensei plantea un ejercicio para resolver el dilema: que pongan en práctica en una batalla de paintball las artes de asesinato aprendidas en el último año y que la postura del equipo vencedor sea asumida por toda la clase. Y es que, como bien sabe Koronsensei, cuando uno lucha por defender sus principios es cuando da lo mejor de sí; y eso es, al fin y al cabo, lo que quiere que aprendan sus alumnos.
Para los que les guste la acción, en Assassination Classroom 17: Hora de dividirse hay muchísima, ya que gran parte del capítulo se centra en la batalla, mientras que la trama permanece estancada hasta las páginas finales, donde la historia da un giro estratosférico. Y hasta aquí puedo contar. Quedan cuatro entregas para saber cómo acaba el manga, y después de este capítulo de transición, creo que el siguiente vendrá cargado de nuevos descubrimientos y avances importantes, ya que Yusei Matsui sabe cómo dosificar la emoción. Así que espero que Panini no tarde en publicar el capítulo 18. Seguiré contándoos mi diario de lectura de este imprevisible manga en la próxima reseña de Assassination Classroom.