Dame un beso, de El Don Guillermo
Por muchos millones de guiris que, año tras año, vengan a veranear a nuestras playas, y por muchas maletas llenas de recuerdos y sombreros mexicanos que se lleven, los españoles tenemos una relación especial con nuestra costa, un vínculo que los guiris nunca compartirán. Las primeras excursiones a la playa con los amigos, de pie en el tren y corriendo de un vagón a otro, escondiéndonos del revisor; las agotadoras caminatas, toalla al cuello, desde lo alto de la montaña hasta la playa, cruzando entre ladridos de perros histéricos una urbanización vacía donde siempre había una pista de tenis agrietada y llena de hierbajos; ese niño espabilado, estilo Pancho, que, donde los demás vacacionamos, él crece, vive y se avejenta prematuramente ; esos momentos de impaciencia y torpeza sobre la arena que todos recordamos, y que en otros países tienen lugar en la cama; todo eso, que desde hace tres generaciones forma parte de nuestro inconsciente colectivo, les resulta tan ajeno a nuestros turistas como a nosotros la afición al balconing.… Leer la reseña completa del libro "Dame un beso, de El Don Guillermo" “Dame un beso, de El Don Guillermo”