Autobiografía (Darwin)

Autobiografía, de Charles Darwin

Biografías de Charles Darwin existen de sobra. Su vida es tan famosa y reconocida, así como polémica, que si queremos conocer su influencia en la biología general, la botánica y la geología, tenemos material para toda una vida, tanto en libros como en internet.

¿Pero cómo era Darwin en su casa? ¿Y de niño a qué jugaba? ¿Qué tal se llevaba con los amigos profesionales de la época?

Muchas veces, cuando nos encontramos ante nombres muy famosos, y sobre todo si fallecieron hace muchos años, no podemos evitar verlos, de alguna manera, bajo el manto de bronce que sus estatuas relucen en alguna plaza o museo. Se convierten así en personas lejanas, poderosas, inalcanzables, al punto que nos resulta raro imaginar que Alejandro Magno, Nerón o Freud, por ejemplo, iban al baño a hacer sus necesidades como cualquier hijo de vecino.

Sin embargo fueron humanos, como quien esto escribe, como quien esto lee.

Mientras buscaba un libro en la biblioteca de A Coruña, ciudad en la que vivo, me encontré con un ejemplar editado por Alianza Cien llamado Autobiografía y que formaba parte de una colección de diez entregas sobre literatura y pensamiento. Su tamaño, la mitad de un libro de bolsillo, llamó mi atención, y al observar la portada y comprobar que la extensa barba de Darwin me miraba, no dudé en llevármelo a casa, al tiempo que me auto criticaba por dejar pasar tanto tiempo sin leer algo más acerca de esa figura a la que siempre admiré, sobre todo al saber el conflicto que le generó a la iglesia con su mundialmente famoso Origen de las especies por medio de la selección natural.

Al abrir el libro me enteré que la autobiografía en realidad era una serie de escritos sin mucho rigor literario, más bien en tono informal, que Darwin escribió poco antes de morir para que sus hijos lo lean en el futuro. Esto, en lugar de ser un punto negativo, es todo lo contrario, ya que nos encontraremos con textos distendidos en los que el famoso personaje recuerda su infancia, desde “que contaba cuatro años y unos meses, cuando fuimos cerca de Abergele para bañarnos en la playa”, su paso por la escuela, con su afición a las colecciones, sus penurias por la muerte de algunos seres queridos y muchos momentos más, que incluyen su adolescencia, su crecimiento profesional y sobre todo muchas anécdotas y recuerdos hacia las personas que conoció a lo largo de su vida.