El rostro de la sombra, de Alfredo Gómez Cerdá
Podría decir que El rostro de la sombra es uno de esos libros que se leen en un día y ya. Pero no sería justo ni con la historia ni con los méritos del autor. Porque no es lo mismo decir que un libro se lee en un día, lo que puede llevarnos a pensar en la cantidad de páginas que posee, que decir que inevitablemente lo leeremos en un día, lo que modifica la cuestión; tantas vueltas tienen como objetivo resaltar un punto: ¡La imposibilidad de dejar de leerlo!