Las gallinas pueden volar. Su vuelo es corto y tiene un aire torpe, errático, siempre con pinta de terminar mal, como el recorrido en bicicleta de un borracho o de alguien que no ha montado en una larga temporada. Sin embargo, aunque a veces nos cueste darnos cuenta, las gallinas logran elevarse del suelo y permanecer suspendidas por sus propios medios durante bastante más tiempo (relativamente) que los humanos. Cosa que tiene bastante mérito, no me lo negarán.
Aunque a veces nos cueste darnos cuenta, ahí está la clave. Algo así me ha pasado con este Joyce y las gallinas, el debut en la novela de Anna Ballbona, que publica Anagrama.… Leer la reseña completa del libro "Joyce y las gallinas, de Anna Ballbona" “Joyce y las gallinas, de Anna Ballbona”