¡Ponte, mesita!, de Anne Serre
¿Cómo se mide la intensidad de un texto? ¿Por su extensión, por las palabras utilizadas, por la historia que encierra? Se dice que en la literatura, como en la vida, todo aquello que leas puede presionar un botón determinado y trastocar aquello que habías creído conocer hasta ese mismo momento. Es la sorpresa de encontrar un relato que te haga subir y bajar en tan sólo media hora, en tan solo un minuto, y que contenga ese dardo envenenado que te hará reflexionar durante largo tiempo. No soy amigo de disfrazar las palabras, me parecen mucho más interesantes cuando no hay demasiados adornos a su alrededor, por eso hoy me encuentro con una mezcla de turbación y satisfacción por lo leído, por lo saboreado, por lo digerido y lo no digerido, que de todo hay, porque ¡Ponte, mesita!… Leer la reseña completa del libro "¡Ponte, mesita!" “¡Ponte, mesita!”