Rakugaki, de Bunpei Yorifuji
Siempre me ha gustado dibujar. De niño lo hacía constantemente. Ahora lo hago de tanto en tanto y en ocasiones lo empleo como método de relajación. Y es que desde que trazo la primera línea sobre el papel, sintiendo como el lápiz deja su impronta en ese pedazo de celulosa virgen, consigo transportarme a ese niño que fui y que dibujaba en los márgenes del libro de matemáticas, del de naturaleza o en el propio pupitre. Sí, fui uno de esos niños que disfrutaba creando monigotes; algunos sin sentido, otros sospechosamente parecidos a los profesores o compañeros de clase. Muchas de esas caricaturas, y porque lo hacía sin malicia alguna y sin ganas de mofarme de nadie, fueron entregadas o vistas por sus modelos.… Leer la reseña completa del libro "Rakugaki, de Bunpei Yorifuji" “Rakugaki, de Bunpei Yorifuji”