Mundo hormiga
Reseña del libro “Mundo hormiga”, de Charlie Kaufman
Por qué vengo a hablarle hoy de la primera novela de un cineasta norteamericano de cierto éxito, de un mamotreto de novecientas treinta y ocho páginas escrito por un tipo extraño y desvariado al que muchos consideran ya (y otros tantos lo harán inmediatamente tras leer este libro) un payaso, un friki sin remedio o un peligroso demente que debe estar abusando de la química (o del azúcar) cuando se pone a escribir es una cuestión que, sin embargo, tiene una respuesta muy simple y que podría ser, más o menos, esta:
Porque hay otros muchos que, como yo (y estoy seguro que como usted), cuando sacan veinte o treinta euros del bolsillo para comprar un libro, piensan, más o menos, cosas como estas:
- Que el mundo de la creación estrictamente literaria está necesitado (quiero decir: muy necesitado), de algo diferente (y usted, si quiere concretar ese algo diferente, cámbielo por aquello en lo que está pensando justo cuando cierra el infumable libro que está leyendo en este momento y entra, sin remedio, a perderse media hora en Instagram.