La provocación suele estar reñida con el debate entre si es acertado – o no – hablar sobre un tema en concreto. En otro orden, dicha provocación puede deberse a la unión de dos palabras que, bien por ideología o bien por los designios de alguna mano no del todo inocente, han sido siempre tachadas de contrarios o han querido que así lo parezcan. Todo este planteamiento viene al caso por la publicación de María lloró sobre los pies de Jesús que, si bien en sí mismo no es un título que pueda parecer provocativo y hace una clara alusión a la Biblia, sino por su subtítulo, a saber, prostitución y obediencia religiosa en la Biblia.… Leer la reseña completa del libro "María lloró sobre los pies de Jesús, de Chester Brown" “María lloró sobre los pies de Jesús, de Chester Brown”
Ed, el payaso feliz, de Chester Brown
La imaginación es una cosa muy bonita y práctica. Nos permite tanto hallar soluciones insospechadas a nuestros problemas como crear maravillosos mundos de fantasía (imaginación y fantasía no son sinónimos, se ponga como se ponga el diccionario; la fantasía no es sino una vertiente de la imaginación). Cuando iba al cole, nada me gustaba tanto como que la seño nos mandara hacer algún trabajo que requiriera de la imaginación. Y no se me daba mal, a decir de mis amigos. Podía inventarme personajes resultones (con nombres graciosos y todo), situaciones más o menos ocurrentes, ir un poquito más allá del lugar común para hallar una salida ingeniosa, y, desde luego, nadie me superaba en el arte de poner motes.… Leer la reseña completa del libro "Ed, el payaso feliz, de Chester Brown" “Ed, el payaso feliz, de Chester Brown”