El niño que comía lana, de Cristina Sánchez-Andrade
Cuando un libro me gusta tanto como El niño que comía lana, de Cristina Sánchez-Andrade, me cuesta más reseñarlo porque siento que nada de lo que diga estará a la altura de lo que me ha hecho sentir.
Como por algún lado tengo que empezar, lo haré dejando claro que El niño que comía lana no es una lectura agradable. En esta colección de quince relatos, Cristina Sánchez-Andrade nos enfrenta a escenas truculentas, donde la miseria y la soledad de los personajes los llevan a hacer cosas que, con solo recordarlas, me revuelven las tripas: comer lana, amamantar a un perro, robarles los dientes a los muertos para hacer dentaduras y venderlas… La autora nos traslada a ese extremo de la vida en el que el miedo a morir se sustituye por el miedo a no morir, y el estremecimiento es irremediable.… Leer la reseña completa del libro "El niño que comía lana, de Cristina Sánchez-Andrade" “El niño que comía lana, de Cristina Sánchez-Andrade”