La muerte del corazón, de Elizabeth Bowen
La juventud es algo que se marchita como las flores que no son cuidadas con cariño. Vamos creciendo, sumando momentos que nos hacen darnos cuenta de lo que es la realidad, de lo que significa realmente estar en este mundo, y los pétalos que nos recubrían van cayendo para dejar al descubierto un cuerpo frágil, tiritando como en invierno, sin bufandas ni gorros que nos protejan de las heladas. Crecer se parece al paso de las estaciones, porque vamos repitiendo nuestros errores, las faltas que se quedarán como pequeñas marcas en nuestra piel, como muescas de una batalla que no hemos ganado, pero en la que hemos batallado casi hasta la extenuación.… Leer la reseña completa del libro "La muerte del corazón" “La muerte del corazón”