Ojalá estuvieras aquí, de Graham Swift
Se enfrenta Graham Swift en Ojalá estuvieras aquí al reto de poner palabras a los sentimientos de unos personajes que si se definen por algo es por su incapacidad de ponerle palabras a sus sentimientos, y sale más que airoso de él. Hombres de campo, o más, hombres de campo ingleses, duros, rocosos, hombres esculpidos en el material del que se hace el silencio incapaces de concebir otra vida que la de su granja, aunque la vivan, convencidos que uno es de donde nace y no de allí de donde es feliz, incapaces de concebir que puedan poner un pie fuera de Inglaterra y sin embargo lo ponen, unos hombres, o un hombre, Jack Luxton, enfrentado al imposible metafísico de seguir siendo él pese a vivir una vida que no es la suya, más feliz, mejor, construida sobre el amor y no sobre el sacrificio, pero no por ello menos ajena y que pese a todas sus ventajas no le ha proporcionado las herramientas necesarias para defenderse de la invasión del pasado ante la que no puede oponer otra cosa que su incapacidad para procesar los acontecimientos, un pasado que decide volver dentro de un ataúd para reclamar sus derechos y devastar completamente la calma próspera y apacible que Ellie, la mujer de Jack, había logrado construir reconvirtiéndole de granjero en pastor de caravanas.… Leer la reseña completa del libro "Ojalá estuvieras aquí" “Ojalá estuvieras aquí”