Dioses sin hombres, de Hari Kunzru
Algunos lugares hablan también de nosotros. Nos cuentan en pasado o en presente. Narran historias de personas que pasaron por allí, pisando por encima, o por debajo, de nuestras huellas, visibles e invisibles. Hombres o mujeres que encajan perfectamente con el número de nuestros pies, se resguardan de la lluvia o el viento en los mismos soportales, tiran de las puertas que tiramos, se apoyan en nuestras paredes y, en el peor de sus días, como nosotros, también se sienten hirientemente perdidos.
En Dioses sin hombres, cuyo hermoso título alude a una cita de Balzac, ese lugar es el desierto de Mojave, en la soñada California.… Leer la reseña completa del libro "Dioses sin hombres" “Dioses sin hombres”