Juan Aparicio-Belmonte

Ante todo criminal

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Ante todo criminal, de Juan Aparicio Belmonte

Juan Aparicio Belmonante-todo-criminalte se me parece estos días a Fernando Alonso. Hala, ya lo he dicho. Ahora a ver cómo me las arreglo para explicárselo sin que me consideren un lunático y, a la vez, les cuento algo con sentido sobre su última novela: Ante todo criminal.

Hay que reconocer que el título es bastante original, a la altura de la inventiva del autor, que la derrocha durante todo el texto. Me gusta, aparte del título, la edición de Siruela, a pesar de las enormes solapas que tiene, que son un poco más cortas en el caso de la elegantísima serie policiaca, y que me pregunto si harán sufrir a los fanáticos de marcar la página con la solapa (no soy uno de ellos) o por el contrario les facilitarán la tarea.… Leer la reseña completa del libro "Ante todo criminal" “Ante todo criminal”

Un amigo en la ciudad

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Un amigo en la ciudad, de Juan Aparicio

Me acerco a este libro, no por la portada, estupenda, por cierto; ni por el título, Un amigo en la ciudad, ni por la editorial, Siruela, que siempre da seguridad; en este caso ha sido por el autor.Y no, no crean que es un amiguete mío.

No se si recuerdan que en una ocasión ya reseñé un libro de Juan Aparicio Belmonte titulado “Una revolución pequeña”, una novela que me dejó un poso especial, así que me quedé con ese nombre en la mente, y al verlo en esta edición de Nuevos tiempos Siruela, me dije, este para mí.… Leer la reseña completa del libro "Un amigo en la ciudad" “Un amigo en la ciudad”

Una revolución pequeña

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Una revolución pequeña, de Juan Aparicio-Belmonte

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Opinión: Un libro bien escrito, que te divierte (y falta nos hace), y un autor, que en mi opinión, va pisando los talones a nuestro querido Eduardo Mendoza.

Mi amigo Fernando me ha regalado un libro titulado “Una revolución pequeña”, de Juan Aparicio, autor que no tenía el gusto de conocer, pero al que seguro a partir de ahora leeré y voy a ir siguiendo; con mucho interés,  y como últimamente Lengua de trapo me está atrapando en sus lecturas, me sumerjo sin demora en la historia.

Estoy en el salón de mi casa rodeada de mi familia, acostumbrados ya a verme con un libro entre las manos y unas lágrimas a punto de escapar, cuando les sorprendo con unas sonoras carcajadas, y es que el arranque del libro no puede ser mejor, me ha pillado por sorpresa, y como no suelo leer las contraportadas, para evitar mensajes previos, dejo que me arrastre por sus páginas sin ninguna idea de por donde me llevará esta singular historia.

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