Un grito de amor desde el centro del mundo, de Kyochi Katayama
Si trato de recordar algo sobre este libro, lo primero que acude a mi mente es el mar. El mar que circunda Japón, en mi mente, es intensamente azul. No es un mar real. Es el mar intensamente azul que vemos en los manga. Desde este mar irreal, reposado, luminoso, contemplado tras una lente que transforma en prismas irisados los reflejos solares, fluye el resto de la historia.