Gokumon-to, la isla de las puertas del infierno, de Seishi Yokomizo
Entonces, estábamos de acuerdo en que hay dos grandes tipos de infierno, dos niveles inferiores a todo lo infernal, dos círculos dantescos que el genial poeta de Florencia dejó en el tintero -acaso porque sabía que no hacía falta escribir sobre ellos, puesto que quien más, quien menos, está condenado a sufrirlos en vida-: el infierno que son los otros y el infierno de los pueblos pequeños.
Ahora, imagínense una novela que aúne los dos. Escalofriante, ¿verdad?