Biografía del silencio, de Pablo d’Ors
Hay en el mercado infinidad de manuales, guías y biografías (a veces también autobiografías) sobre las enseñanzas budistas y escritas por o sobre maestros que, para serlo, han alcanzado la iluminación, es decir, el éxito en la senda del budismo, en sus variantes de meditación, yoga o cualquier otra rama. Es mucho menos frecuente encontrarse con libros escritos por adeptos no al final, sino en el transcurso de su aprendizaje; de hecho, Biografía del silencio es el primer libro de esa especie que he leído.
Su autor, Pablo d’Ors (Madrid, 1963) es escritor, sacerdote católico y discípulo zen, y en Biografía del silencio lo que hace es compartir con el lector su experiencia; nada más. Como digo, es el primer recuento de una experiencia de meditación in itinere que me encuentro, y esto es lo que más me ha gustado de Biografía del silencio: justamente, que Pablo d’Ors no nos da un discurso sobre las bondades de la meditación, ni pretende mostrarnos ningún camino o darnos lecciones, sino que simplemente nos cuenta su experiencia como discípulo: por qué empezó a meditar (lo cual queda reservado para el final, como si fuera una novela de intriga), sus impresiones sobre el acto de meditar, una valoración de su aprendizaje hasta ahora, sus objetivos o esperanzas, sus sentimientos, sus logros…
Pablo d’Ors es claramente partidario de la senda de la meditación, y nos explica por qué; pero Biografía del silencio no es un discurso ni un folleto propagandístico, por lo cual el autor también nos cuenta sus experiencias o episodios menos satisfactorios, sus inicios, lo que no ha logrado con la meditación junto con lo que sí ha logrado. Biografía del silencio podría muy bien llamarse Diario personal del silencio, porque en realidad tiene ese carácter de diario, de blog en el que Pablo d’Ors, en este caso un discípulo más, apunta sus vivencias, con sus luces y sus sombras –aunque las primeras son más numerosas y resplandecen con la luz de la verdad personal; quien lea Biografía del silencio se habrá de dar cuenta de que el autor se limita sencillamente a contar lo que él ha vivido y sentido, sus opiniones más personales y sinceras, y que está muy lejos de su ánimo querer convencer a nadie o ganar adeptos para ninguna filosofía o doctrina, incluso en los pasajes en los que ensalza la hermosura de los frutos de la meditación constante; ésos son los más bellos y los más agradables de leer.
Biografía del silencio es una lectura fácil, en parte debido a su brevedad y a su estructura formal –49 capítulos, como 49 asientos correspondientes a otros tantos días en una bitácora personal–, y debido, sobre todo, a su tono sobrio, a su lenguaje basado en el pragmatismo y en conceptos que todos conocemos, al margen de especificidades más propias de libros filosóficos o religiosos de otro cariz.
Y se lee con gratitud, porque, tanto si el lector es también practicante como si no, Biografía del silencio tiene la calidez de los relatos personales hechos desde la humildad.
Esta obra emocionante y plena de motivación es adecuada para este fin de año y comienzos de uno nuevo que no sabemos aún descifrar en sus preocupantes avances entre intrigas e incontenibles ansias de abarcar toda clase de poderes por individuos iluminados o ensombrecidos por la soberbia, junto a algunos países que han enlutado al mundo en sus encrucijadas en blanco y negro; DÓrs, nos ofrece la oportunidad de reflexionar con él y practicar la sabiduría pregonada por Einstein: “La imaginación es más importante que el conocimiento”. ¡Bon Sort !! [panoramacultual.com.co ] ; entelequiasjtapiat.blogspot.com.