Cuando quieres adentrarte en el mundo de lo fantástico siendo apenas un adolescente, la literatura es uno de los medios más fascinantes para ello. Cierto que el cine y su poder visual puede lograr captar la atención de muchos matices que en las páginas de los libros se te escapan, pero si te metes bien en la historia que te presentan, las emociones y aventuras que pasan los personajes de la historia te llegan a resultar de lo más entretenido con lo que te hayas encontrado. Es el caso de las aventuras de Finn en Bocanegra. La explosión de los mundos, de Shane Hegarty.
Ya solo por su portada intuyes que te lo vas a pasar muy bien mientras lo lees. Y es que un cuento a medio camino entre el público más juvenil y primerizo en historietas fantásticas que trate de seres mitológicos, bestias, portales que comunican con otros mundos y un personaje protagonista de doce años que le tocará lidiar con todo eso ya, de primeras, mola.
Bocanegra es una pequeña aldea considerada maldita ya que en las cuevas de la montaña alberga un portal que comunica con un mundo putrefacto lleno de bestias extintas que, a veces por error, consiguen cruzarlo y poner en peligro a todos los aldeanos. Finn y su familia pertenecen a un linaje conocido como cazadores de leyendas, que es así como llaman al elenco de bestias que hay al otro lado del portal. En la primera aventura, que resultó un éxito arrollador en cuanto a críticas, el padre de Finn se vio involucrado en una lucha contra esos seres y quedó encerrado en el «lado infestado». Ahora, en este segundo libro de Shane Hegarty, el joven Finn deberá intentar ir a buscarle y conseguir traerle de nuevo a la aldea de Bocanegra. No será nada fácil. Deberá luchar contra unos seres que parecen escapados del Bestiario, de Pierre de Beauvais o cualquier otro libro antiguo de especies legendarias. Animales bicéfalos, alados, peligrosos y siempre con una alta carga de mitología sobre su origen harán lo posible por impedir que Finn consiga su propósito. Además, está el hecho de haber cruzado el portal no solo a otro mundo sino… bueno, esto mejor os dejo que lo descubráis vosotros mismos.
El libro consta de casi cuatrocientas páginas. Parecerán muchas pero su lectura resulta muy ligera y simpática. Perteneciendo a Salamandra, la misma editorial que la enorme saga de libros de Harry Potter, sí es cierto que queda por debajo en cuanto a carisma en sus personajes que es donde el autor, quizás, no haya conseguido trabajar mucho. Ahora, en cuanto aparece un bichejo alado que amenaza entre las sombras, aquello gana en interés. Y créeme, la novela está repleta de leyendas salvajes de colmillos afilados.
Shane Hegarty muestra en su novela una gran fascinación por seres imposibles pertenecientes a otro mundo. Puede que la documentación en cuanto a libros sobre mitos y bestiarios le hayan influenciado. También deja ver cierto interés en uno de los temas más desarrollados en la ciencia ficción, que no es otra cosa que el amplio campo en lo referente al espacio-tiempo. Muy probable que sus próximos escritos giren en torno a esta temática que, si bien en esta novela desarrolla de forma ligera, sí he intuido que el escritor tenía, y dicho de forma coloquial, ganas de meterse en esos jardines. Lo tendré en cuenta por si publica nuevas aventuras en el futuro.
De momento, Bocanegra. La explosión de los mundos, te va a mostrar de un modo muy entretenido el poder de un mundo mágico, infestado de peligros y bestias que no son más que el postre preferido para cualquier joven lector. Comienza a leer esta novela y te dejarás llevar por los aires a lomos de dragones y luchando contra salvajes bestias sin salir de tu habitación, aprovechando tardes después del colegio que se pasarán volando. ¿Internet? ¿Móviles? No, lo divertido y lo legendario está en la aldea de Bocanegra.