Quién no ha oído hablar del rey Arturo o del druidismo. Quién no ha visto a algún conocido llevar un colgante en forma de triskel o escuchado alguna canción de gaitas. Muchos han sido los pueblos que han poblado los mares de la Historia; algunos crearon civilizaciones milenarias y otros edificaron grandes imperios, pero… muchos de éstos fueron cayendo en la obscuridad del pasado. Sin embargo, hubo otros cuyo eco ha pervivido más allá de sus limites temporales: por ejemplo, los celtas. Y todos sabemos que lo celta está de moda.
Coincidiendo con este renovado interés, Manuel Velasco vuelve a embarcarse en una nueva entrega de la colección “Breve historia de…”. Tras realizar Breve historia de los vikingos en el 2012, ahora llega con la ampliación de Breve historia de los celtas, obra publicada originalmente en el 2005.
En palabras del autor, el pueblo celta fue un conjunto “de tribus con intereses comunes y que, hasta cierto punto, compartían una identidad cultural y religiosa” -una muy buena y sintética definición-. Surgidos a orillas del lago Hallstatt (actual Austria) hacia el siglo VIII a. C., los celtas se expandieron por toda Europa, tanto hacia el oeste como hacia el este. Irradiando su cultura a los pueblos con los que se iban encontrando, creando mezclas y aumentando las diferencias que había entre ellos. Su legado, lo que el autor denomina “celticidad”, todavía pervive con mayor o menor brío según territorio, a pesar de los siglos y siglos de aniquilación cultural que vino primero de la mano del pueblo romano y, después, de la mano del cristianismo. Por eso, este libro tiene el objetivo de hacer una breve exposición de lo que queda de ese sustrato histórico.
La obra sigue la linea de otros números anteriores de la colección, como por ejemplo Breve historia de los piratas o Breve historia de la Revolución Rusa. En este caso, la obra se compone de cuatro grandes apartados: el primero se centra en la historia y la decadente evolución del pueblo celta contra el Imperio Romano (poniendo énfasis sobre todo en tres territorios concretos: la península Ibérica, la Galia y Britannia), así como la vida cotidiana a través de la festividades principales que vivieron los celtas (en este caso únicamente en Irlanda, ya que ha sido el territorio donde mayor se han conservado las tradiciones así como la información, al ser el único bastión no romanizado). El segundo apartado, titulado “Triskel”, versa sobre temas mitológicos y ciclos legendarios (ampliados en este edición). En el tercero se nos describen los restos que han llegado a nuestros días sobre los celtas, tanto a nivel material (museos/arqueología) como a nivel cultural (identidad celta), centrado sobre todo en la Península ibérica, pero sin excluir el resto de territorios “celtas”, a través de sus visitas a museos, yacimientos o, incluso, a festivales. Y finalmente el ultimo apartado es un anexo donde vemos como lo celta está muy presente en la cultura popular de hoy en día (videojuegos, música, festivales, peliculas…). Tanto el tercer apartado como el anexo son las otras novedades de esta edición.
Con todo esto, y a pesar de definirse como un libro de Historia, no deja de ser una obra introductoria. En esencia, constituye una amena y clara base para empezar a conocer la historia de este pueblo. Destinado tanto a estudiantes como a aficionados interesados, se trata de un libro bastante completo (vemos el aspecto histórico, el cotidiano/festivo, el mitológico e incluso la pervivencia del elemento celta), que a la vez sabe sintetizar perfectamente los elementos claves y esenciales que componen el universo celta. Por lo tanto, Manuel Velasco ofrece un panorama general que nos permite sumergirnos en la aventura de los celtas; de ahí que al final del libro el autor haya incluido una valiosa bibliografía para aquel que quiera continuarla.
En cuanto a la narración, ésta es muy fluida, ya que el escritor no abusa demasiado de tecnicismos y cuando los hay, se nos ofrecen breves notas con aclaraciones encajonados a parte (aunque éstos también sirven para ampliar información). Su escritura refleja, consciente o inconscientemente, la fascinación del autor por este pueblo y un poco de malquerencia hacia el pueblo romano que los derrotó.
Finalmente, y como algo anecdótico, el libro se completa con multitud de fotografías, aunque éstas aparecen en blanco y negro, de modo que si el lector está interesado en verlas a color, sólo tiene que acudir al código QR que aparece en la contraportada, accediendo directamente a la web donde las puede observar con mayor detalle, además de otros contenidos extras.
Breve historia de los celtas es un libro inspirador con el que pasar un buen rato y a la misma vez aprender, mientras nos dejamos seducir por este pueblo envuelto en brumas y magia después de su definitiva desaparición… o al menos material.