Castle – Tormenta Mortal, de Brian Bendis, Kelly Sue Deconnick y Lan Medina
Siempre me han gustado las historias de detectives. Desde que, hace unos años, viera con verdadera ansia series como “Misión Imposible” o “Mentes Criminales” empecé a cogerle el gusto a las historias protagonizadas por detectives, no precisamente con un historial intachable, en el que resolvían casos a primera vista difíciles, pero que siempre se solucionaban en el último momento, y de la forma más inesperada. “Castle” es una de esas series que ves, y te gustan o no te gustan. Por eso, cuando se editó esta novela gráfica, tuve la necesidad de conocer un poco más el mundo que rodeaba a la serie y a sus personajes. Esta es una historia de detectives, de conspiraciones, de conspiraciones gubernamentales y acción, sobre todo acción, por los cuatro costados. Ingredientes que, para mí, merecen todo el elogio.
Derrick Storm es un detective fracasado. Una noche, mientras realiza un encargo, se ve envuelto en un caso que va más allá de lo que había imaginado. Contratado por la C.I.A tendrá que desenredar el nudo que han intentado atar a su cuello, mientras se da cuenta que no puede confiar en nadie, y menos en quienes le han contratado. Un caso del que, a lo mejor, no sale bien parado.
Si hace un tiempo me hubieran dicho que iba a disfrutar tanto con una novela gráfica como ésta, no me lo hubiera creído. Aunque, afortunadamente, leo casi todo lo que cae en mis manos, para mí las historias de detectives habían sido un coto privado de la televisión. Así que cuando empecé a leer “Castle – Tormenta Mortal” me encontré con una historia vertiginosa, con la misma rapidez que había visto en la pequeña pantalla, todo ello aderezado unas imágenes que, sin ser espectaculares, coincidían estupendamente con lo que se presentaba. Esta es una historia de espías que ha editado Panini y con la que me ha dejado a la espera de nuevas ediciones, con nuevas historias que contar, y con más aventuras del protagonista. Y pensaréis, ¿esta novela gráfica sólo puede gustar a aquellos que hayan visto la serie de televisión o que conozcan la serie de libros que han salido? La respuesta es no. Yo no he leído ningún libro de Richard Castle, he visto solamente un par de capítulos y, aunque me han gustado, no me he puesto en serio a degustarla. Sin embargo, esta es una historia independiente, que se puede leer sin saber absolutamente nada y que, si se quiere tener algunas nociones básicas, la propia editorial ha trabajado un pequeño prólogo para ponernos en situación. Pero, y si aun así, después de lo dicho, seguís teniendo reticencias a la hora de leer esta novela gráfica os diré que divierte, que os deja con ganas de más, que el personaje de Derrick Storm es uno de esos canallas con buena estrella con el que enseguida congenias, y que la historia está lo suficientemente bien hilada para que los giros del guión, los personajes y la conclusión, haga las delicias de aquellos que son apasionados del mundo de los detectives.
Brian Bendis, al que sigo por otras colecciones de cómics, ha sabido establecerse como uno de esos autores polifacéticos que llenan el mundo gráfico con historias que merecen la pena. Sí, es cierto, esto es una novela gráfica, pero para mí es una novela en toda regla. ¿Quién ha dicho además que “Castle – Tormenta Mortal” no se puede leer como un libro normal y corriente? Así que yo os animo a abrir sus páginas, devorar sus diálogos y pasar un rato entretenido como yo lo pasé mientras veía este apasionante caso en el que, al final, y como toda buena historia de detectives que se precie, nada es lo que parece.
¿Para cuándo una nueva historia? Espero que muy pronto.