Clásicos infantiles 3

Clásicos infantiles 3

clasicos_infantilesParece que algunos libros son creados para seguirte allá donde vayas. Cambias de casa, te vas haciendo mayor, haces reformas en casa y al final, siempre, acaba apareciendo ese pequeño tesoro que te hizo sorprenderte de pequeño y del que guardas un especial cariño. No sabes por qué, no tienes ni idea, o tal vez sí pero las palabras no son suficientes para describir aquello que te sale de dentro. A veces pasa eso con las emociones, uno no sabe ponerles el nombre adecuado. Por eso, en esta nueva edición de Clásicos Infantiles os traigo el mío, aquel que me hizo soñar, aquel que me acompañó noche tras noche, durante los días en que la luz del sol pegaba fuerte a través de la ventana y aquel que, a pesar del tiempo, a pesar de haber crecido y encontrado otro lugar para vivir, apareció de nuevo en mi vida con fuerzas renovadas, llamándome desde sus páginas, y con el que recordé que ser niño es algo maravilloso.

Os presento a “Los tres bandidos”

los-tres-bandidos

Resulta curioso cómo es capaz un libro de condensar en pequeñas palabras tanta verdad, tanta ilusión, tanto sentimiento. Y resulta más curioso todavía darte cuenta de que la fuerza con la que lo viviste hace años no ha desaparecido. Por ello, cuando Kalandraka editó este libro decidí que tenía que ser mío, a toda costa, con esa avidez que sólo pueden tener aquellos que no han perdido el niño que llevan dentro, que al contrario, todavía le dejan salir a jugar y gritar como un loco de vez en cuando. Y os preguntaréis, ¿por qué este libro? ¿qué hay guardado en él para que cree tanta emoción? Y yo os respondo: este libro encierra una infancia, la infancia de un niño que se sintió querido por sus padres, que en algunos momentos se ponía triste al irse a la cama porque el día acababa y ya no podía seguir leyendo, y que dormía pensando en todos aquellos cuentos que le esperarían al día siguiente. Eso es lo que guarda este libro en su interior, en su cubierta de colores oscuros, casi terrorífica, pero en el que las apariencias engañan, porque la luz que desprende no hace otra cosa que iluminar la realidad.

Porque esta es la historia de “Los tres bandidos”. Sí, tres bandidos muy malos que robaban el dinero a las familias. Hasta que, un buen día, una niña se cruza en su camino y, guiados por su corazón, deciden cambiar su vida y ayudar a todos aquellos niños que, por un destino cruel, se han quedado sin padres.

En una historia pueden descubrirse muchas verdades. Pero la verdad máxima es cuando un libro te hace feliz. Ya lo dije antes, no hay razones aparentes pero, ¿acaso es necesario buscarlas? Precisamente, y gracias a eso, se construyen los sueños. Tomitres-bandidos-1Ungerer nos describió a los niños su visión de los cuentos, su particular visión para que todos aquellos niños que se sentían solos, que sentían que no eran queridos, tuvieran un compañero al que abrazarse por las noches sabiendo que estaría ahí, en una estantería, aguardando la primera luz del día para seguir con él los pasos en su camino. Eso es lo que consigue “Los tres bandidos”. Que creamos que todo es posible, que ampliemos la mirada y sepamos que, más allá, aunque todo esté oscuro, habrá gente que nos querrá por encima de todo y que estará dispuesta a ayudarnos. Y lo más importante, que tenemos derecho a equivocarnos. No hemos nacido perfectos, no somos seres que no fallan nunca, y sin embargo, nos empecinamos en parecerlo. Pero ante todo, recordando mi niñez y mis ojos agrandados cuando leía, una y otra vez esta historia, nos propone divertirnos, reírnos, sonreír, hacer posible todas las formas en las que la sonrisa es el mejor de los medicamentos. Porque, ¿qué es el mundo de la infancia sin risas, sin gritos de alegría, y sin felicidad?

tres-bandidos-2Siempre he querido ser niño eternamente. Cuando crecemos, tendemos a olvidar que hubo un día, una época, un lugar, en el que fuimos realmente felices por el simple hecho de serlo. Así que perdonadme si, durante un rato, durante un instante, cierro mis ojos y me traslado a aquella época, aquella edad en la que “Los tres bandidos” me acompañaban y me hacían vivir sus aventuras con ellos. Para después, cuando una pequeña lágrima de felicidad se me escapa al abrir los ojos de nuevo, sentir que todo ha vuelto a cambiar, ver mi casa con otra mirada, sentir el olor del interior de mi mochila impregnado en el libro, y poder tocar, sí, habéis leído bien, tocar la sonrisa que se me ponía cuando me despertaba, salía corriendo de la cama, y me esperaba el desayuno en la mesa, y al lado, al ladito del tazón de leche, mi libro preferido.

Yo he vuelto a ser feliz, ¿y vosotros, queréis volver a serlo?

tres-bandidos-4

4 comentarios en «Clásicos infantiles 3»

  1. No conocía este cuento, pero después de ver la emoción con la que hablas de él, me dejas con curiosidad. Y como tengo una pequeñaja en casa, tengo excusa. Me voy a lanzar a la búsqueda de este cuento.
    Besotes!!!

    Responder
  2. Margarita, hablo tan bien de este libro porque es MI libro de la infancia. Es una buena obra para hacer ver a los niños que todo el mundo es diferente y también el concepto de la adopción, de no tener padres, de la ayuda a la gente… no sé, es uno de esos libros que me marcó cuando era pequeñito y que aún hoy la sigue haciendo!

    Besos!

    Responder

Deja un comentario