Como no ser una drama mamá, de Amaya Ascunce
Voy a contar un secreto, algo que no le he contado a nadie. Preparad la tira negra para cubrirme los ojos, difuminad mi cara para que no se me vea demasiado, y modulad mi voz (un poco más aguda de lo normal, puestos a pedir) para que no se me reconozca.
Ahí va: yo también tengo una madre adicta al drama.
Lo sé, es impactante, es un secreto tan revelador que se podría situar a la altura del final de Perdidos, pero qué queréis, estar prácticamente en la treintena y soltarlo así, a bocajarro, tiene su mérito. Porque aquí donde me veis yo he sobrevivido, con estoicismo, con verdadera valentía, con dosis de esfuerzo a frases tan perturbadoras como ·”pues si no lo quieres para cenar, para desayunar” o a consejos ansiosos como “corre, corre, bébete el zumo que sino se le van las vitaminas, pero ¡corre, corre!, ay qué va a ser de mí con este hijo que me ha tocado”. Y es que a mi madre parecía que su hijo le había tocado en una tómbola de esas en las que se juega a muchos boletos y al que más compraba le tocaba el mejor premio. Así que aquí me tenéis, lectores, difundiendo un secreto tan grande como aquel momento en el que mi madre se me quedó mirando fijamente, se acercó tranquilamente y con esa neutralidad en la voz me soltó: “como vaya yo y encuentre lo que te he pedido…”
Y después de esta revelación me entra el miedo en el cuerpo porque, ¿seré yo un drama papá? ¿me convertiré, después de muchos años renegando y jurándome a mí mismo que jamás, pero jamás de los jamases, iba a repetir yo esas frases, en un clon de mi madre? Oh no, me entran sudores fríos. Pero, ¡esperad!, ¿qué es lo que ven mis ojos? Un manual para no convertirte en una drama mamá (que digo yo que nos valdrá igual a los hombres). Voy corriendo a comprarlo, abrirlo, y a leerlo para prepararme para el examen de mi vida. Qué nervios, qué nervios…
“Como no ser una drama mamá” es arte puro. Y lo dice un lector que reniega de muchos libros que se jactan en su contraportada de poner la palabra humor en mayúscula y luego te dejan un sabor amargo, como si te hubieras tragado un empaste de la boca. Pero este libro compañeros… este libro es un continuo ir y venir de risas, de recuerdos de aquellos momentos en los que mirabas a tu madre y pensabas si realmente te había dicho lo que te había dicho; situaciones a las que has intentado buscar una explicación después de muchos años (y a la que, irremediablemente, no has podido llegar). Lo repito por si no se me ha entendido: “Como no ser una drama mamá” es arte puro. Amaya Ascunce nos invita a pasear por su vida como hija de drama mamá, explicándonos a los lectores que no estamos solos en nuestra pequeña lucha. En él, aparecen los por qués, versiones y hasta explicaciones de profesionales sobre aquellas frases que, no podemos negarlo, han marcado una época para muchos de nosotros, han labrado parte de nuestra personalidad a golpe de “y si Martita se tira por la ventana…”, han creado nuestras expectativas sobre nuestro futuro con sus “tú no me levantes la voz, que te vas a enterar de lo que vale un peine” o nos han hecho preguntarnos por los poderes clarividentes de nuestras madres con sus “¿No tienes nada que contarme?”. Y es que, todo eso y mucho más aparece en este libro que, una vez abierto, se relee una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez.
Y es que al final, por mucho drama que nos hayan inculcado, por mucho que no las entendamos, por mucho que nos quedemos mirándolas con el ceño fruncido cada vez que les oímos aquello de “cógeme el esto, que esta en aquello”, las guardamos tan dentro de nuestro corazón que, en realidad, no son unas drama mamás cualquiera, son nuestra drama mamá particular.
La vida y la experiencia me ha enseñado que aunque te jures y perjures no hacerlo, la historia se repite una y otra vez jejejej
Hay cosas que parecen cambiar, mi madre me dejaba una nota en el frigo, yo le mando un WhastApp a mi hija, peor el contenido no te creas que cambia mucho jajjajaj
Seguro que serás un estupendo drama-papá! Yo creo que no nos ha ido tan mal, no?
Pues suscribo las palabras de Susana ¡ja,ja! Yo también me he encontrado diciendo las mismas frases que mi madre me decía a mí y eso de “como vaya yo y encuentre lo que te he pedido…” ni te cuento y lo mejor es que están dichas con toda la razón porque al final voy y encuentro lo que mi hijo no vio.
La verdad es que tengo este libro apuntado hace tiempo y no creo que tarde mucho en comprarlo. Parece una lectura ideal para el veranito.
Saludos!
Ay que ilusión de reseña!!!! ay si te leyera mi madre!!!!!
Besos y gracias
Amaya,también conocida como “arte puro” jajajajajaja
Me alegro que te haya gustado la reseña Amaya! La hice desde el cariño más absoluto!! 😀
Y además, agradecerte a ti la entrevista que nos concediste a LyL!!! 😀
Mil gracias!!