Reseña del libro “Crece con los elementos”, de Gabriela Herstik
Cuando era pequeña tenía una afición un tanto extraña: me encantaba coleccionar piedras. Compraba todos los fascículos que veía en los quioscos, iba al Rastro los domingos para enredar entre los puestos de piedras, cada vez que iba a Atocha iba a una tienda que tenían miles, por no hablar de mi afición a pasear por el monte para ver qué encontraba. Eso supuso, al final, tener una vitrina gigante en casa donde colocaba con mimo los ejemplares que tenía y mi obsesión era tachar todos los minerales y piedras de una lista que había sacado de internet. Un día, una amiga mía (muy mística y espiritual) vino a casa y se quedó fascinada con aquella colección. Y entonces me preguntó que si podía tocar los ejemplares. Al decirle que sí, comenzó a coger uno a uno y a colocárselos entre las manos. Cerraba los ojos y se quedaba en silencio unos segundos. Entonces decía: «no, este no», y así con todos. Hasta que cogió un cuarzo rosa que había comprado en un puesto del Rastro y empezó a hacer muecas. «¡Esta, esta!». Yo no entendía nada. Después me lo explicó: esa piedra le estaba transmitiendo energía; se estaba llevando las malas y le estaba aportando las buenas. Me dijo que probara, y yo, por más que lo intenté, no lo conseguí. Y desde entonces me pregunto si no podría ser yo también un poquito más mística, no ser tan… terrenal.
Y por ello decidí leer el libro Crece con los elementos, una novedad de Roca que apuesta por las palabras de Gabriela Herstik, autora de Cómo ser una bruja moderna. Este libro, cargado de misticismo, consigue que todo aquel que se acerque a él consiga conectar más con los elementos que nos rodean. En dos palabras, se podría resumir en que nos enseña a «ser conscientes». Muchas veces, la vida gira a nuestro alrededor tan deprisa que no nos damos cuenta de las cosas que nos ofrece el mundo. No sabemos que podemos utilizar el aire para meditar o el agua para nadar en nuestras emociones. Tal vez dándonos cuenta de nuestro propio espíritu podamos conectar con el poder o gracias al fuego podamos controlar nuestra ira. Los elementos están ahí, solo tenemos que aprender a aprovecharlos y usarlos en nuestro beneficio. Es cierto que hay cosas que requieren mucha práctica, incluso años, para que sean efectivas y podamos sacarles partido, pero hay otros ejercicios sencillos que tan solo nos llevarán unos segundos y cuya efectividad podremos comprobar muy pronto.
Crece con los elementos es un ensayo muy interesante que nos ayudará a conocernos mejor y a conocer qué es lo que nos funciona. Tal vez hayas probado mil técnicas para relajarte y sientes que ninguna te funciona. Y quizás las que propone Gabriela Herstik no vayan contigo, pero tal vez sí. Y eso no lo podrás saber hasta que no te adentres en sus palabras, te despojes de todos tus prejuicios y te dejes llevar por su sabiduría.
No sé si decir que me he convertido en una persona más mística después de leer este libro; supongo que eso es algo que no se consigue de un día para otro, aunque tengas una buena maestra como es Gabriela. Pero sí que me ha servido para ser más consciente de mi posición y, sobre todo, de lo que me rodea. Supongo que buscar esa pieza que me falta a veces es más sencillo de lo que pesaba, y en eso me ha ayudado muchísimo. Mi amiga, la mística, la de las piedras, estaría orgullosa de mí.