Se me están poniendo los pelos de punta por el libro que vengo a reseñar hoy y todavía no he empezado. Ya habréis visto el título de la obra, habréis visto la foto y ya os estaréis imaginando el viaje al pasado que vamos a hacer en estas breves líneas. Pero ya os digo, desde este momento, que entre estas páginas vais a encontrar muchísimo más de lo que cabría esperar. Acompañadme y lo veréis.
¿A quién no le atrae el Antiguo Egipto? ¿Quién no siente curiosidad por las pirámides y todo lo que esconden? ¿Quién no se queda pegado al televisor cuando en las noticias dicen que han descubierto una tumba nueva de alguien muy importante? ¿Solo yo? ¡No puedo estar sola, me niego a creerlo!
Siempre me ha fascinado el Antiguo Egipto; veo todos los documentales que echan en la tele y de vez en cuando leo alguna obra relacionada con esto. Sin embargo, jamás me había encontrado un libro como el que vengo a reseñar hoy. Se trata de Cuadernos de notas de los egiptólogos, de Chris Naunton, y lo que esconden sus páginas es una BARBARIDAD.
Ya sabéis que yo soy muy fan de la editorial Blume, y si encima una de sus novedades trata sobre Egipto… tenía que ir a por ella de cabeza. Y no sé por qué, cuando me llegó supe que no era lo que yo estaba esperando. Tampoco sé qué esperaba exactamente, pero la sorpresa que me llevé fue tremenda (para bien, para bien, no te asustes). Dentro de esa edición tan preciosa —de tamaño grande, con tapas duras, relieve en la portada (¡qué maravilla de textura, por favor!) y cientos de ilustraciones a todo color— encontramos un trocito de la Historia que a veces pasamos de largo. Nos han contado mil veces las desgracias que ocurriendo cuando abrieron no sé qué tumba, o las curiosidades que encontraron en otra, incluso las teorías que acompañan a no sé que faraón o faraona, pero casi nunca nos cuentan cómo se llegó hasta allí.
Chris Naunton nos ofrece un paseo por la Historia y por sus personajes. Nos va presentando a las personas que hicieron realidad que nosotros ahora sepamos un poquito más sobre el Antiguo Egipto. Nos cuenta sus propios viajes y qué fue lo que les movió para acabar en el otro lado del Mediterráneo. Por supuesto, también nos habla de lo que encontraron, pero lo importante va más allá. Cuando uno tiene la oportunidad de leer las palabras que estas personas escribieron cuando hicieron algunos de los descubrimientos más importantes de sus carreras, todo lo demás deja de importar. Conocemos la historia de nuevo, de primera mano; sentimos la ilusión que ellos sintieron al saber que estaban a punto de encontrar una pieza que serviría para seguir desentrañando todos los misterios del Antiguo Egipto. Por eso digo que se me ponen los pelos de punta al pensar en este libro, porque me parece increíble que una persona haya vivido toda su vida con el propósito de hacer un descubrimiento y que nos deje ser testigos de ello a través de sus palabras.
Este libro me parece casi tan importante como cualquier otro sobre la historia del Antiguo Egipto. Descubrir por qué unas personas dedicaron su vida a este trocito de la existencia me parece algo tremendamente interesante y que ha sido una gozada poder leer.
No tengo más que palabras de aprecio para esta editorial. Sus ediciones cuidan hasta el más mínimo detalle y tiran la casa de la ventana para darnos libros de calidad y libros que se convertirán en obras de cabecera de más de uno. Yo estoy segura de que volveré a estos Cuadernos de notas de los egiptólogos cada vez que quiera volver a viajar al Antiguo Egipto y hacerlo de la mano de los que estuvieron allí, mirando a la Historia a los ojos.