De Cine y Literatura 53: El retrato de Dorian Gray
Título: El retrato de Dorian Gray
Autores: Oscar Wilde
Editorial: Espasa
Páginas: 284
ISBN: 9788467032536
Película: El retrato de Dorian Gray (título original: Dorian Gray)
Año: 2009
País: Reino Unido
Reparto: Ben Barnes, Colin Firth, Rebecca Hall, Rachel Hurd – Wood, Ben Chaplin, Emilia Fox (et. al)
Duración: 112 min
Algo está claro a la hora de adaptar un libro: hay que ser un tanto fiel al original, que contenga algo de la esencia que respira el libro en sus páginas y que el espectador, y también lector, viva a través de las imágenes, de alguna forma, lo mismo que sintió al leer el libro. Pero hete aquí que, cuando un director se enfrenta al reto de adaptar un clásico, corre el riesgo de que las opiniones sean bastante negativas con su resultado final, ya que todo el mundo tiene en mente lo que pretende ver en la pantalla y, casi nunca, se asemeja con lo que acaba encontrándose. Es la tiranía del espectador. Y así ha sido siempre que nos sentamos en la butaca.
Con esta adaptación de El retrato de Dorian Gray me sucedió algo curioso. Cuando vi el trailer me encantó la ambientación, me gustó el protagonista, mucho más sus secundarios (Colin Firth me parece uno de esos actores sublimes que son utilizados muy pocas veces en las películas), y en general me dieron ganas de verla. Más todavía si se trata de uno de mis libros favoritos. Pero como suele suceder, uno se espera mucho más, tiene unas expectativas muy altas de lo que se va a encontrar, porque al fin y al cabo, estamos hablando de una de las mejores novelas de Oscar Wilde ¿no? Como espectador me creo en el derecho de sentarme y observar una fiel adaptación.
Y sí, reconozco que en ciertos aspectos la adaptación capta la esencia de decadencia que rodea a toda la historia que se plasma en el libro, pero lo que en un principio me parecía un actor bastante aceptado para el papel protagonista, pasó a convertirse en una actuación completamente plana, casi diría que en algunos momentos sin sentido. La ambientación está muy conseguida, pero se hacía excesivamente repetitiva, como si los mismos escenarios tuvieran que aparecer una y otra vez, quitando un poco de lustre al conjunto final, y los efectos especiales (los momentos del cuadro en concreto) son de poca mención, convirtiendo la película en un chiste de lo que realmente tendría que haber sido. Además, si tuviera que resaltar algo que, para mí, es imperdonable es que la banda sonora no tenga momentos gloriosos de lo que acordarme. Por lo que, ¿es recomendable la película? Bueno, para pasar el rato está bien, casi diría que sin hacerle mucho caso porque ya sabemos cómo se desarrollan los acontecimientos, podría pasar por una película decente. Pero si alguno de vosotros es admirador de la prosa de Oscar Wilde no la vean, no se sentirán identificados.
Trailer de la película: