De oro y de fuego, de Alfredo Rodríguez
Me reencuentro con Alfredo Rodríguez, ¿recuerdan? Aquél poeta pamplonés del que un día les hablé para presentarles su poemario “Ritual de combatir desnudo”, entonces nos obligó a sumergirnos en un mundo homérico a través de una escritura elegante, elaborada y sonora.
VÍA DE LA VERDAD
VIDA que no se parece a la vida
y ni se deja besar en los labios,
de su música y vuelo emocionado
nada me detenía,
………………………………… ni siquiera la muerte.
Como aquél que portó
en sus hombros la piel del león de Nemea,
el que una vez fue
invulnerable en número divino
en un lugar sin límites,
……………………………………………………..salvífico.
Y ya soy tierra de olvido –me dije-
el que ha de volver a ser,
………………………………………………..al desgaire,
su ráfaga incendiaria
o su caudal de lengua.
Tras leer el poemario de Alfredo, he descubierto que muchas cosas han cambiado en su vida. Su misma vida, que al parecer, ha pendido de un hilo, hecho que por sí solo ya es motivo para que un poeta pase del Oro al Fuego. El dolor, el amor, y los sueños a los que no quiere poner ni un punto y seguido, y mucho menos un punto final.
ACONITUM ANTHORA
TODOS los versos, el Verso, el activo
venenoso, altisina la mortal,
relajante jarir
que por dentro me quema,
lo que de juventud
aún queda en mi sangre,
la entrada en cautiverio.
Lo único que tengo,
qué más puedo pedir,
la única esperanza de explicarme,
sit
… tibi
……..tierra
……………..levis –decían los Antiguos-
y que la vida valga sólo por el Placer,
sea fuego en el fuego.
Y de entre el oro y el fuego, surge la vida nueva. Una nueva forma de ver la vida a través de la propia vida que nace. De Oro y de Fuego es la esperanza que ha llegado en forma de Óliver. El hijo del poeta nace para darle luz y color, pero sobre todo fuerza a un Alfredo que renace como un Fénix.
La poesía convierte el barro en oro, nos dice en el prólogo del poemario José Luis García Martín. Yo un día, antaño, descubrí ese oro entre sus poemas, pero hoy veo más que nunca la fuerza del fuego, un fuego que no destruye sino que purifica, y hace renacer nuevos versos con más color y fuerza.
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No es fácil acercarse al poeta pamplonés, pero una vez comprendido el sentido, sólo nos queda disfrutar de esa trasformación que nos ofrece más futuro que nunca.
Susana Hernández
Tengo que acercarme a la obra de este poeta, aunque algo de miedo me da. Es una poesía más densa, donde hay que poner los cinco sentidos. O al menos es la primera impresión que me da. Suelo ser de poesías más sencillas. Pero con reseñas así, desde luego el poeta se merece que le dé una oportunidad.
Besotes!!!
Si querida Margarita, tienes razón, pero tu eres una mujer muy leída, así que aparta tus temores e inicia este viaje de oro y fuego
Besicos!
Bueno, pues no hay nada mejora para empezar el día que hacerte una visita. Hoy me doy cuenta que me voy llena de palabras bonitas y bien puestas, y sobre todo con mucho futuro. Me gusta lo mitológico, así que me ha gustado este Oro y Fuego, porque sí que es verdad que el poeta tiene ese don, como dices, de convertir el barro en oro.
Un abrazo mañanero
Me encanta esa frase de “palabras bonitas y bien puestas”, porque realmente la poesía de este hombre es así. Sé que te gusta la mitología así que para tí será más fácil que para aquellos que la tengan más olvidada o que la desconozcan.
También es un placer leer tus mensajillos mañaneros
Besicos … !!!!