Reseña del libro “Diabólicamente sexy”, de Gwenda Bond
¿Habéis participado alguna vez en un escape room? Yo no, pero la verdad es que no me importaría en absoluto. Estoy segura de que debe ser algo muy excitante que te vuela la cabeza y te lleva al máximo grado con tal de conseguir el objetivo: resolver todas las pistas y escapar de la habitación. Un juego que te exprime física, pero sobre todo mentalmente.
Pero, ¿a qué viene hablaros de esto? Pues muy sencillo. La comedia romántica que hoy os traigo tiene como escenario un escape room muy especial. En Diabólicamente sexy, de Gwenda Bond, nos vamos a Kentucky para conocer a Callie, que durante un fin de semana se hace cargo del negocio familiar: un escape room de ocultismo. Ella, junto a su amigue Mag, se topan con una secta que les roba un grimorio para invocar al mismísimo Satanás. Sin embargo, las cosas no salen como se esperan y en lugar de Lucifer aparece su hijo Luke, un demonio muy sexy dispuesto a robar unas cuantas almas para ganarse el favor y el cariño de su padre.
¿Conseguirá Callie detener a la secta? Pero lo más importante: ¿será capaz de no caer rendida a los encantos de Luke? Sobre todo si el guapo demonio se ofrece a ayudarla a impedir que la terrible secta destruya el mundo…
En fin, ¿cómo no iba yo a leer esta desternillante y rocambolesca novela? Y fijaos que había leído malas críticas: que si la historia no era lo que se esperaban; que si les ha rechinado todo el asunto del Infierno y les ha dado mal rollito lo de la secta; que si no han conectado con los personajes y no han encontrado profundidad en ellos ni en su relación… ¡Tonterías! A ver, que por supuesto vamos a respetar todas las opiniones, pero yo hoy quiero romper una lanza por esta autora y su novela.
Diabólicamente sexy no es un libro para reflexionar ni para que se convierta en una de nuestras mejores lecturas del año. Simplemente es una comedia romántica macabra y absurda, con la que os vais a reír mucho siempre y cuando estéis en esa onda como yo. Una onda que solo se disfruta si os mola echaros unas risas en un Infierno al más puro estilo de la película Little Nicky y siempre que estéis dispuestos a disfrutar del sarcasmo de los protagonistas —sí, de ambos, pues tanto Callie como Luke tienen capítulos en primera persona a dos bandas y nos muestran sus pensamientos, ocurrencias y situaciones a las que se enfrentan regalándonos comentarios sarcásticos y ácidos junto con las pullas entre ellos—.
Además, a mí personalmente me ha gustado que la autora utilice lenguaje inclusivo para referirse al personaje de Mag. No me ha molestado, como he observado que les ha pasado a otras personas al leer otras reseñas. Al contrario, y eso que no suelo leer novelas con lenguaje inclusivo, pero aquí lo he sentido natural y nada forzado, pues Mag es Mag y punto. No hay que darle más vueltas.
Por otro lado, sí que es cierto que la relación de Callie y Luke no profundiza y que hay un instalove repentino a pesar de sus tira y afloja. Aun así, ¿qué más da? Como dije antes, no creo que la intención de Gwenda Bond sea que su libro se convierta en un best seller. La historia es divertida, macabra y descabellada. Yo me lo he pasado pipa en cada capítulo —que por cierto son cortos, adictivos y no te dan respiro—, y cuando me di cuenta ya estaba terminando de leer la novela.
Por lo que si Little Nicky y Beetlejuice os sacan una sonrisa cada vez que os acordáis de ellas, y de paso os hacen ojitos los escape room, las romcom hilarantes, la magia negra, los demonios guapetones y las protagonistas mordaces y echadas para adelante a pesar de estar cagadas de miedo, entonces dejad los prejuicios y las ideas preconcebidas a un lado y animaos a leer Diabólicamente sexy. ¡Os iréis derechitos al Infierno de la mano de un demonio que os hará arder!