Diez negritos, de Agatha Christie
El género negro se nutrió, durante muchos años, de una escritora que nos hizo vibrar de emoción a aquellos que descubríamos este tipo de historias. Su nombre fue: Agatha Christie. Hoy en día nadie debería negar que, al hablar de esta mujer, estamos hablando de la mente criminal más prolífica de todos los tiempos. Y lo más curioso de todo es que, hoy en día, por mucho que se editen numerosas historias, cada una de las personas que vienen a mí en busca de alguna historia que recomendarles, me siguen preguntando directamente por las historias de esta escritora. Sí, las grandes obras nunca pasarán de moda, y aunque ya lo he dicho en alguna otra ocasión, hace tiempo me dijeron que toda obra que no superara los diez años en el recuerdo de los lectores, no se podría considerar un éxito. Así que, ¿dónde nos deja eso hablando de una obra que ya va por su setenta aniversario? Sólo nos puede dejar en una posición: estamos ante algo bueno, algo bueno de verdad. Una historia que ha dado para mucho, que ha inspirado a cineastas, que ha inspirado a otros escritores, que ha inspirado hasta a creadores de videojuegos. Y es que cuando una buena historia hace acto de presencia, puede impregnarlo todo, aunque lo que guarda en su interior sea algo oscuro, sea algo sangriento, sea algo mortal, como sólo lo puede ser aquello que escribe la reina del crimen. ¿Preparados para encontraros con la muerte? Pues allá vamos.
Diez personas reciben una invitación para pasar unos días en la mansión de un desconocido. La primera noche, se les acusa a cada uno de haber cometido un crimen. Es entonces cuando, lo que parecía una broma pesada, se convierte en pánico, cuando uno de los asistentes muere ahogado ante los ojos de los demás. Todo parece indicar que alguien está haciendo caer uno a uno a los asistentes, mientras una macabra canción les avisa que “diez negritos fueron a cenar, uno se ahogó y quedaron nueve…”
Pocas historias de Agatha Christie han traspasado tantas fronteras como esta. Como amante del género policíaco, del gran género se entiende, Diez Negritos se ha convertido en todo un referente para aquellos que quieren ingresas en las hordas de amantes de los crímenes y las novelas de misterio. Y más curioso es, en mi caso, que esta novela cayera en mis manos no hace tanto tiempo, en su celebración del setenta aniversario. Se presupone que hay lecturas que todo el mundo debe visitar una vez en la vida y, sin temor a equivocarme, esta podría ser una de ellas. No sólo por la ambientación, que me ha parecido siempre de por sí aterradora y llena de la intriga que se necesita para que una buena historia pueda calar hondo entre los lectores. También la forma de escribir de la autora hizo mella en mi percepción de lo que una novela de misterio y crímenes tenía que tener. Y lo que es más importante, y que me parece importante reseñar aquí es que, dicha historia, el argumento de los diez extraños que se encuentran en una casa aislada sin aparentemente más en común que una invitación a la misma fiesta, dicha historia como decía, ha sido el referente de muchas otras obras, de muchas otras disciplinas, y puede considerarse casi como la obra maestra de esta autora que, después de muchos años, todavía nos descubre cómo se pueden hacer bien las cosas sin demasiado artificio de por medio.
Sí, hablar de Agatha Christie es hacerlo de toda una generación de lectores que creyeron en el género policíaco y que vivieron las historias creadas en las páginas de sus libros, mientras se mordían las uñas y pensaban que la maestría de esta gran señora no tenía parangón. Diez Negritos es una de esas historias que, aparentemente sencillas, guardan en su interior un sin fin de interpretaciones, un argumento que absorbe como sólo pueden hacerlo las obras maestras del suspense, y que te mantiene en vilo hasta el mismo final, cuando todo se descubre, cuando la última palabra ya está dicha y las tapas del libro se cierran esperando más historias que llevarnos a las manos. ¿Se puede considerar un clásico esta obra? Quizá sea demasiado, pero en mi caso es así. No me parece una historia de crímenes más, sino algo a tener muy en cuenta cuando se escribe este tipo de género. ¿Habrá, en algún momento de la historia, una nueva Agatha Christie? Eso sólo el tiempo lo dirá, y si es así, yo estaré aquí para contarlo. Porque las buenas historias deben ser contadas, opinadas y, como siempre hacemos nosotros, reseñadas. Eso es así, y nadie podrá cambiarlo.