El río de la vida, de Norman Maclean
Tres cuentos autobiográficos, sencillos y hermosos, para leer sin prisas.
Escribir debe ser un oficio reñido con las prisas; imagino que si quisiera dedicarme a la literatura necesitaría, además de talento, mucha paciencia. Claro que si comenzara a escribir a los 70 años, ya jubilado, con el único propósito de dejar constancia de las historias que les contaba a mis hijos cuando eran niños, sin intención alguna de publicar, aunque seguiría faltándome el talento, me lo podría tomar con mucha más calma. Y si, además, hubiera dedicado buena parte de mi vida a la pesca, tendría la paciencia garantizada.… Leer la reseña completa del libro "El río de la vida" “El río de la vida”