Que empiece la cuenta atrás para la orgía literaria de los LXVIII Premio Planeta
Pues sí, nenes, ya está aquí. Ya ha llegado. Parece mentira, pero el tiempo vuela cual velocista escarlata y ha pasado un año, mira por donde, y ya tenemos aquí el otoño con sus castañas desperdigadas por el suelo, su clima indeciso y traicionero, sus catarros barriobajeros, su sutil cambio de hora, su vendimia embriagadora y también sus hojas muertas y medio pudriéndose aunque con el buen gusto de ir alfombrando de color la vida callejera y campera con sus tonos ocres y dorados. Incluso he podido ver turrones y mazapanes al recorrer los pasillos laterales de conocidos centros de abastecimiento y engorde humano industrializado.