Está En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme; está Háblame, oh, musa, de aquel varón de multiforme ingenio; está Una mañana, tras agitado sueño, Gregorio Samsa amaneció transformado en un insecto; y está Me jode ir al Kronen los sábados por la tarde porque está siempre hasta el culo de gente. Esto no es ninguna exageración, sino la mera constatación de que la literatura, igual que la fe, es algo íntimo y misterioso, que te llega o no te llega; y, además, de que una gran obra literaria no tiene por qué estar bellamente escrita, ni tiene por qué tener un intrincado argumento, ni muchísimos personajes, ni brillantes diálogos, ni una potencia reveladora capaz de cambiarle la vida a cada lector.… Leer la reseña completa del libro "Todos iremos al paraíso, de José Ángel Mañas" “Todos iremos al paraíso, de José Ángel Mañas”
Los gigantes dormidos, de Sylvain Neuvel
Los mechas no son muy populares por estos lares, y mucho menos en la literatura de ciencia ficción que por aquí se consume. El único referente que tenemos en este país es Mazinguer Z, y solo para mi generación, la que creció con dos canales de televisión, tres si tenías autonómico, y que cursábamos aquello de la EGB. En los noventa, algunos mangas con más o menos fortuna también tocaron el tema.
Estos robots gigantes tripulados tan espectaculares, parece que por fin empiezan a dejarse ver por aquí, Los gigantes dormidos es una buena muestra de ello, además de algunas novelas más que llegaran en 2017.… Leer la reseña completa del libro "Los gigantes dormidos, de Sylvain Neuvel" “Los gigantes dormidos, de Sylvain Neuvel”