El mundo hobbit, de David Day
Ilustraciones de Lidia Postma
Esto no es un libro, bueno sí que lo es, pero para mí no, para mí es un enorme regalo. De esos que te hacen y piensas que el que te lo ha hecho te conoce a la perfección. Pero en realidad sí es un libro, una guía más bien, una monumental guía de un mundo que para mí, fiel seguidor de la obra de literatura fantástica por excelencia, miro, remiro, observo, analizo y estudio. Porque esto que no es un libro como tal, que es una guía, pero también un regalo, que digo un regalo, un regalazo, me descubre aspectos que desconocía, aspectos que después de todo lo que tengo leído, todo lo que tengo hojeado, creí que no me iba a enseñar nada nuevo. Pero este regalo, que sí, que en realidad también es un libro, pero que también es una guía y un regalo, supone un punto y seguido a todo aquello que dejó a medias “El hobbit” y que un admirador de la mitología que se ha creado alrededor de su historia, sabe cómo degustar deliciosamente, como un pequeño manjar que llevarte a la boca y disfrutar una y otra vez.
Un viaje a aquellos seres que nos hicieron vivir grandes historias, con los que conocimos lo fantástico de la literatura, y que hoy en día vuelven con la fuerza que nunca debieron quitarles, por mucho que lo intentaran.
¿Qué es un hobbit? ¿Dónde viven? ¿Cómo es su día a día? ¿Y el significado de sus nombres? ¿Y su forma de hablar? Puede que para algunos de vosotros este libro no os diga nada, quizá incluso pueda parecer más un libro para freaks que gustan de tener en sus manos historias de esas raras. Y puede serlo, no digo yo que no. Pero para mí es algo más, porque Blume lo editó y yo tenía que reseñarlo, tenía que verlo en mis manos y observar por mí mismo aquello con lo que he vivido desde que era pequeño. J. R. R. Tolkien forjó un apasionante universo que hoy en día ostenta el primer puesto de la literatura fantástica y que nadie ha conseguido arrebatarle después de tanto tiempo. Y en un universo creado, en un mundo donde los personajes se pasean como si fueran reales, a los lectores se nos despierta la curiosidad, la necesidad de saber más de ellos, y querer llenar los huecos que las preguntas que bullen en nuestra mente acaban haciendo. Por eso es importante este libro, por eso es una de esas rarezas para gente que, como yo, se leyeron cuando eran jóvenes las historias de Bilbo Bolsón para pasar después a Frodo Bolsón, viviendo entre elfos, montaraces y magos.
En la Tierra Media conviven innumerables razas. Pero aunque algunas de ellas han sido estudiadas hasta la saciedad en la literatura, la de los hobbits permanecía en algún sentido guardada en un cajón. Al menos yo no me encontré en su momento ningún libro que hablara específicamente de una especie que era la protagonista de aquellas historias que vivimos con una mezcla de alegría y conmoción al ver cómo la imaginación de un solo hombre había podido crear tan vasto imperio. Por ello “El mundo hobbit” representa un acercamiento a todo aquello que siempre quise, o que al menos mi alma de lector fantástico pretendió sentir alguna vez. Será por una cuestión romántica, será porque sigo pensando que una buena historia se mide por su recorrido en nuestras mentes a lo largo de la historia, pero encontrar a día de hoy partes de la historia que desconocía, por nimias que sean, me alegra una barbaridad. Porque, además, ¿quién dijo que la literatura tuviera que estar creada únicamente por novelas o ensayos? ¿Acaso no es posible admirar una obra a través de sus imágenes, o de sus textos sobre unos personajes fantásticos?
Si os gustó “El hobbit” deberíais observar, leer, y aprender lo que este libro os pueda contar. Os acercará a un mundo irreal, es cierto, pero una de las bazas importantes de la literatura es precisamente esa, acercarte en algún momento a fantasías épicas que recordar durante mucho tiempo, desde que eres pequeño hasta que te haces mayor, para después seguir creyendo que aquello que pensaste imposible de crear, aquello que ni siquiera imaginaste que pudiera ser pensado, tiene todo lo necesario para hacerte vibrar de emoción, como la lectura, una vez más, para nunca cansarte.
Este no es un libro, para mí es un regalo, y por el que doy las gracias.
hola buenas tardes , no lo encuentro.
las chavas de lite no recuerdan donde lo dejaron.
saludos
¡Excelente! No soy el único demente que encuentra razón en la literatura sobre todo si es de la mano de un autor como J.R.R. Tolkien.