“El paraíso perdido de John Milton”, de Pablo Auladell
Llevaba mucho tiempo queriendo leer el texto de El paraíso perdido de Milton. Mucho. Tanto que he perdido el libro. Y el caso es que lo empecé, pero leer en verso no es lo mío (salvo excepciones, claro) y lo dejé a las dos páginas.
Sea como sea, lo cierto es que gracias a Sexto Piso ha sido ahora cuando he podido leer el cuento que Milton pergeñó. Aunque no exactamente de la misma manera, sino en formato cómic, que se hace menos pesado y es más mejor.
Pero, ¿qué es El paraíso perdido de John Milton de Pablo Auladell? Pues es la adaptación al noveno arte del poema en versos sin rima que Milton hizo adaptando a su vez uno de los múltiples cuentos e historietas que conforman ese recopilatorio que es La Biblia. Concretamente la caída de Lucifer, el pecado original y la expulsión de Eva y Adán del Paraíso terrenal (de ahí el nombre de la obra).
Absolutamente todos sabemos de qué va esto y por eso, por ser un relato de sobra conocido, aunque no por ello menos atrayente, me gustaría destacar el trabajo de Auladell al trasladar el poema a las viñetas, pues él es el auténtico protagonista de este cómic. Un trabajo potente, grandioso, artístico y colosal (cinco años le ha costado, con alguna interrupción). Rico en simbolismos y parco –y esto no es demérito– en unos colores que configuran una atmósfera renacentista.
Los personajes se apartan de la estética tradicional (demonios rojos con alas negras y tridentes; ángeles inmaculadamente blancos…), rehúyen la iconografía de Gustav Doré y adoptan formas estilizadas que en ocasiones recuerdan a El Greco. (En particular, el diseño del Diablo, con sombrero distinguido cual lord inglés, me ha parecido genial). La visión de Auladell se completa con el Infierno-Caos como un lugar oscuro y en tinieblas en donde no entra el sol divino y el Cielo es una ciudad (fantasma) blanca y azul, con edificios de apariencia entre romana y olímpica.
Todo el conjunto es una obra sublime y espectacular que se devora con gozo. No importa que no se haya leído a Milton, no hace falta; Auladell te lo expone todo con detalle y elimina lo sobrante. Hay muchas páginas sin diálogos ni cajas de texto porque, sencillamente, no hace falta: hay que leer las viñetas y disfrutarlas.
Me ha dado la impresión de que Auladell, más que preocuparse de la definición visual de los personajes otorga mayor importancia al ambiente, a la “mancha”, a la localización de unos mundos (Cielo, Infierno, Edén) y unos escenarios todavía no asentados sobre sí mismos, como aún formándose; como el polvo que vemos flotar a la luz del sol filtrándose por una persiana.
Sobre el fondo, ya he dicho que desconozco la obra de Milton, pero lo que sí puedo decir es que Auladell ha hecho un trabajo accesible a entendidos y a profanos, que se lee con placer, que esos de esos libros que pueden leerse varias veces porque a cada lectura te enriqueces con matices no captados previamente, y que la edición que Sexto Piso se ha currado es una pasada.
Así pues, una gran joya visual este El paraíso perdido, que puede tanto, completar el de Milton como precederle y al que, por descontado, merece mucho la pena hincarle el diente.
Sencillamente, una maravilla.
“Sólo ahora que he terminado de dibujarlo, me siento de veras preparado para comenzar a dibujar El paraíso perdido”
Pablo Auladell
Es inquietante la perfección. …. del paraíso perdido deJohn Milton