Entra en mi vida, de Clara Sanchez
Conocí a Clara Sánchez por su “Presentimientos”. Fue de esas novelas que me encontré de casualidad ya que no conocía a la autora. La historia me parecía curiosa, y necesitaba un poco de aire fresco entre tanta recomendación de éxitos de ventas sin precedentes. Un acierto, aunque la forma de redacción era un poco engorrosa. Tiempo después, recibió el Premio Nadal por su “Lo que esconde tu nombre” y ahí pude vislumbrar un poco más de técnica, un argumento más sólido y unos personajes más creíbles y recuerdo que pensé que iba por el buen camino, que así, sí que valía la pena abrir un libro. Y ahora nos presenta este “Entra en mi vida” con el que se consolida de pleno, poniendo la carne en el asador con dos vidas paralelas que han estado unidas desde que nacieron.
Verónica encuentra una foto de una niña que no conoce. Todo parece normal hasta que se da cuenta de que esa niña, que ella no ha visto en la vida, tiene algo que ver con su madre. Será entonces cuando empiece su labor de investigadora privada para saber lo que sucedió con aquella pequeña que ha hecho derramar tantas lágrimas a su madre y tantas ojeras a su padre. Aunque lo que Verónica desconoce, y esa niña llamada Laura también, es que destapar la caja de Pandora puede ser mucho peor que dejarla cerrada para siempre.
Un compañero me comentaba hace poco que no le gustaba cuando los autores utilizaban un asunto de actualidad para crear una historia. Yo le rebatía diciendo que, dejando de lado la conveniencia por unas ventas con toda probabilidad más altas, todo el mundo está dispuesto a saber cómo podría ser la vida de una persona a la que la vida le ha roto por dentro una vez que las cámaras se apagan. Por eso, cuando empecé “Entra en mi vida”, me cautivó saber cómo podía vivir una familia donde el caso de los “niños robados” había hecho acto de presencia. Además, todo el mundo nos imaginamos, hemos visto o escuchado a madres hablando del calvario de saber que su hija sigue viva en alguna parte, pero, ¿qué sucede con los hermanos? ¿ha oído alguien alguna vez hablar a algún hermano que hable sobre el calvario que supone para él vivir con la compañía de un fantasma? Es aquí donde, Verónica, la protagonista de la novela, hace de heroína jugando al juego de las verdades y las mentiras para, desatando los nudos poco a poco, como si fuera una operación a corazón abierto, ponernos sobre la mesa toda una red de contrabando donde los perjudicados no son sólo aquellos niños que viven una realidad falsa sino todo lo que les rodea.
La novela es como una cebolla a la que se van quitando las capas. Poco a poco, se va llegando al centro de la historia, a todo el secreto revelado y a cómo la supervivencia se hace una necesidad para poder seguir adelante. Y una vez que acabas con todo el envoltorio, te das cuenta de lo difícil que se te ha hecho respirar mientras has compartido con las dos protagonistas, Verónica y Laura, su viaje interior hasta encontrarse. Una lucha, así de simple. Porque esta historia no trata sólo sobre los casos de niños robados que tantas noticias están acaparando las noticias, sino del paso de la adolescencia a la madurez a la fuerza, de cómo los padres pueden hacer daño a sus hijos sin pretenderlo, y de cómo las personas pueden cometer actos horribles por el mero capricho de ser felices. Y es que en este viaje ayudando con nuestra lectura a seguir los pasos a las dos mitades de un mismo reflejo, puedes saborear la tensión que crece a medida que vas avanzando, la desesperación porque la felicidad entre en la vida de Verónica y que la libertad se instale de una vez en la de Laura. Y aunque a veces Clara Sánchez se arriesgue demasiado, describiendo algunas situaciones poco creíbles, la historia no pierde su fuerza.
Cabe preguntarse con qué nos sorprenderá Clara Sánchez en su última novela. Ella misma ha publicado en sus entrevistas que piensa que su novela “tiene que ser un exitazo”, y razones no le faltan desde luego. Nos presenta una historia dura, claro que sí, pero que mucho tiene que ver con la vida real. Porque, como le decía a mi compañero cuando debatíamos sobre el asunto, hablar sobre la vida en una novela no tiene por qué ser un ensayo de vender más, sino de hacer partícipe a todo el mundo de una verdad que, por muchas razones, puede sernos prohibida mirarla desde cerca.
Muy buena reseña. Me has dejado con muchas ganas de leerla. A ver si cae prontito.
Besotes!!!
Interesante la reseña y la estructura del libro, que sin dudas debe atrapar y mucho.
Saludos y bienvenido!