Reseña del cómic “Éramos el enemigo”, de George Takei
Imagínate que tu país entra en guerra con otro. Tú no tienes nada que ver con ese otro país, pero tus padres nacieron allí, o son hijos de otros que nacieron allí, así que os convertís inmediatamente en sospechosos de traición, y pasáis a ser considerados peligrosos. La policía irrumpe en casa, te arrestan a ti y a tu familia y os mete en un tren con destino a un campo de “reubicación”. Tienes que permanecer en barracones improvisados en antiguas cuadras, privado de libertad de movimiento, sin apenas privacidad, en malas condiciones de salubridad, junto con otros como tú, sin saber cuándo podrás salir de allí, o incluso si podrás hacerlo algún día. Al final, te retienen durante cuatro años y ahora tienes que irte. No puedes volver a tu casa, porque ya no es tuya. Tampoco lo es el coche que te habías comprado, y ninguna de tantas propiedades que habías ido acumulando con el esfuerzo de tu trabajo. Tienes que volver a empezar de cero, pero aún más difícil que antes, porque el resto te rechaza. Eso es lo que le ocurrió al protagonista del cómic: Éramos el enemigo.
Un cómic histórico y autobiográfico, narrado en primera persona por George Takei, el actor que saltó a la fama por pilotar la Enterprise en la serie televisiva Star Trek. Se centra especialmente en lo que le ocurrió a su familia y a él cuando, en plena Segunda Guerra Mundial, EEUU y el país nipón entraron en guerra y los japoneses afincados en USA fueron encerrados en campos de internamiento, para impedir cualquier acto de espionaje. Y no fueron pocos. Unos 120.000 “japos”, que es como encerrar a más de la mitad de la población de Granada.
¿Cómo puede la democracia más antigua del mundo, que se considera a sí misma como bastión de la libertad, privar de sus derechos, de la noche a la mañana, a parte de su población, solo por su ascendencia, en algunos casos remota? ¿Y cómo puede no reconocer su error hasta mucho más tarde? El cómic es una especie de documental, que da testimonio de esta realidad poco conocida (aunque ahora, investigando, he encontrado una miniserie de TV que trata esta parte la historia oscura de los EEUU pero añadiéndole toques sobrenaturales: se llama The Terror: Infamy). Takei, que además de actor, es activista, pretende con su narración que se le reconozca el daño infligido a él y los suyos y de esta manera hacer justicia histórica. Pero, sobre todo, pretende que aprendamos del pasado, para no repetir errores en un futuro.
Decía un profesor mío que la historia que conocemos es la que nos cuentan, y quienes nos la cuenta son los vencedores. Visto así, Éramos el enemigo es un acto de resistencia, subversivo, marginal, porque no pertenece a esa historia oficial, de los vencedores, sino de los vencidos. Y aunque solo sea por eso, merece la pena leerlo.
Un cómic histórico con mucha historia dentro. Historia de EEUU, pues aparecen en él desde Franklin Delano Roosevelt hasta Donald Trump, pasando por Ronald Reagan, Bill Clinton y Barack Obama, así como Martin Luther King y otros. Pero, sobre todo, historia de una familia, de cómo la madre y el padre intentan, cada uno a su manera, transformar el espacio en el que los han encerrado para hacerlo habitable y que sus hijos sientan así lo menos posible estar encarcelados; cómo se organizan con otras familias, buscando que su estancia allí sea mejor; cómo Takei y su hermano sufren, con la comida o los malos olores, pero también juegan y hacen amigos.
Éramos el enemigo tiene un dibujo de línea clara, tipo Tintín, y está coloreado en escala de grises. Todo muy adecuado a la narración. Al estilo de Maus, Takei te cuenta lo ocurrido, combinando la voz en off con el flash back. Comienza así, en el pasado, con la policía irrumpiendo en su casa, llevándoselos a la fuerza, y unas páginas más tarde aparece en el presente, contando eso mismo, en una charla TED en Kioto. Ésta, por cierto, no es un recurso narrativo inventado. Ocurrió también y puedes verla en YouTube, bajo el título: ¿Por qué amo a un país, que una vez me traicionó? Una pregunta que asalta a quien se acerca a esta historia.
!Felicidades! Este post es una maravilla para el lector, ya que, causa un lector dosil, atrapado por la curiosidad en el interés de contemplar dicho cómic.
Muchísimas gracias!! Ya contarás qué te parece al leerlo! Desde luego para mí no hay nada mejor que infectar a otros lectores con recomendaciones 🙂
Gracias por el comentario!
Me parece una propuesta bellisima. Enhorabuena
Sí y además necesaria porque últimamente es habitual esto de sentirte “forastero en tierra extraña” aunque estés en tu casa, ¿verdad? Gracias por el comentario! Un abrazo!