Tiene Venecia unos elementos culturales y geográficos que hacen que su esencia no se haya modificado mucho en los últimos años. Su mística atrapa cada año a millones de viajeros, que disfrutan navegando por sus canales y paseando por esas calles llenas de historia en cada esquina. Y en esta ciudad tan especial se desarrolla Escarlata veneciano, novela negra con tintes históricos que nos presenta Maria Luisa Minarelli.
A finales del Siglo XVIII, la tranquilidad nocturna de la Serenísima se ve interrumpida cuando aparece el cuerpo de un hombre asesinado en extrañas circunstancias. Aquí es donde sale a escena el protagonista elegido por Minarelli para solucionar el caso. El avogadore (Alto magistrado al servicio de la República) Marco Pisani es el encargado de inspeccionar esa muerte y otras dos que se producen en días sucesivos y que no tardan en relacionarse con la primera. Pisani y sus ayudantes empiezan una investigación por los bajos fondos de la ciudad, pese a que las sospechas les llevarán incluso a capas más altas de la sociedad de la época.
Aunque la sinopsis de este libro vende Escarlata veneciano como una novela histórica, realmente nos encontramos ante una novela negra. Sin embargo, si por algo destaca esta historia no es solo por el tema negro en sí. Destaca más bien por su contexto histórico, y por la excelente recreación que Maria Luisa Minarelli hace de la Venecia del Settecento. La autora teje una historia consistente alrededor de Pisani y sus pesquisas, pero lo que de verdad hace disfrutar al lector, al menos en mi caso, es la ambientación tan lograda que tenemos del estilo de vida de la época. Hay que recordar que Venecia venía de disfrutar de un pasado de esplendor gracias al negocio montado al albur de la Ruta de la Seda, una ruta que empezaba a mostrar signos de decadencia y que obligó a muchas familias a reconvertir sus negocios. El ecosistema de clases empezaba a variar, la vida burguesa y aristocrática se amoldaba a los nuevos tiempos y los turcos llegaban a la ciudad dispuestos a seguir haciendo negocios con los venecianos. Todo esto queda explicado a la perfección en la novela, al igual que todo ese protocolo social basado en fiestas, reuniones y banquetes. Y como no podía ser de otra forma, el ritmo de vida de las clases bajas también tiene su espacio en la novela. Venecia no solo era conocida por sus estupendos palacios y sus carnavales elitistas. La Serenísima también recibía miles y miles de marineros que encontraban en sus oscuras y sucias tabernas el lugar idóneo para descansar de sus largos viajes.
Al tema histórico y social hay que añadirle el componente amoroso. La autora pone énfasis a la hora de destacar el componente amoroso que se desata en Pisani mientras se desarrolla la investigación, componente que también se ve dificultado por ese sistema de clases tan férreo que se imponía en aquellos tiempos.
Maria Luisa Minarelli elabora una trama sencilla, con capacidad suficiente para enganchar al lector y proporcionarle unas buenas horas de lectura y disfrute. En Italia ya son tres las aventuras que esta autora ha escrito en torno al avogadore Marco Pisani. Seguro que en España, leído Escarlata Veneciano, encontrarán una buena acogida.
César Malagón @malagonc