Franny y Zooey

Franny y Zooey, de J.D. Salinger

Siempre tenemos la guía de la contratapa para decidirnos por un libro, a la hora de leerlo. Pero cuando no hay nada allí, ¿Qué haces? Bueno, al estar en la biblioteca de una amiga, no me quedó más que preguntarle. Chistoso es saber que mi amiga tiene una característica muy particular (entre otras tantas): no puede contarte de que trata un libro. No hay forma que le saques ni siquiera la relación entre los personajes. No le sale nada, sólo te dice que le pareció a ella y si merece ser leído. Todo porque tiene miedo de revelarte  demasiado. Eso me pasó cuando  le pregunté por Franny y Zooey de J.D Salinger. La respuesta fue: léelo. Asique me lo llevé y ahora intentaré hacer esta reseña como si fuese la contratapa (un tanto más amplia y personal, claro).

Es una historia dividida en dos. Empieza con Franny que llega a la estación de tren para pasar un fin de semana con su novio. Es estudiante universitaria. Y en ese momento lo que podemos saber es que Franny come en un restaurante con su novio y en sus intercambios de pensamientos de universitarios, ella comienza a comportarse un tanto impaciente, refutando cada cosa que le dice y con una actitud negativa hacia todo y todos. Esa angustia, comienza a tener efecto en su salud y debe levantarse al baño.

Después, ya aparece Zooey, hermano mayor de Franny, con una carta que brinda pistas para entender la composición de la familia de los Glass.  Zooey es una persona cínica, cerrada, muy inteligente. Es más cercano al Holden Caulfield de El guardián entre el centeno por lo insolente de su persona. Ahí tenemos noticias que nos indican la presencia de Franny en la casa, donde no para de llorar y su propia madre no sabe interpretar que le pasa.

Con una niñez peculiar, todos chicos superdotados, con la fuerte presencia del recuerdo de los dos hermanos mayores como ejemplos a seguir. Pero claro que hay una extraña sensación en la familia y esa es el suicidio de uno de los hermanos mayores, dejando un vacío que a Zooey parece irritarlo.

El libro  tiene tres escenarios distintos. Los detalles narrativos en cuanto a las acciones que realizan los personajes mientras dialogan, lo vuelve real en tanto se trata de gestos que hacemos con absoluta normalidad pero que no interpretamos como una expresión importante de lo que se está diciendo. Es en esta historia, que percibo como complementa J.D Salinger los diálogos y el drama de Franny con los movimientos que cualquier humano hace.

No es difícil identificarnos con Franny ante la angustia de una crisis emocional característica, en muchos, en nuestros veinte años. La ausencia del rumbo, de entender hacía donde ir porque se pierde la ingenuidad propia de la niñez, está latente en la historia. Se aferra a un libro, a una idea y es Zooey, con su acidez, quien intenta ayudar a encontrarle el rumbo.

Explora la inseguridad cuando se empieza a conocer al mundo a través de los ojos de un adulto. Es una chica, de una familia particular, sufriendo por una crisis emocional. Y es esa confianza implícita de hermanos que, más allá de las diferencias, se manifiesta naturalmente cuando Franny necesita a Zooey para guiarla. De eso trata el libro.

Rosario Arán