Ghostgirl, de Tonya Hurley
La adolescencia es un conjunto de hormonas unido a un sentimiento de no saber qué quieres en la vida. ¿Quién no ha sentido muchas veces, a esa edad, que nadie le comprende? ¿Quién no se ha imaginado viviendo una vida adulta y ha pensado “qué horror”? Cuando nos hacemos mayores olvidamos aquellos miedos de la adolescencia que nos atormentaban. Pero como si de un viaje hormonal al pasado se tratara, “Ghostgirl” nos traslada una pregunta que nos hicimos hace muchos años, cuando viajábamos al instituto: ¿alguna vez te has sentido invisible?
Charlotte es una chica invisible para el resto. Y sin duda, ahora lo es más, ya que está muerta. Pero eso no le impedirá hacer todo lo posible para volver al instituto y conseguir, por todos los medios de los que es capaz, ser popular para conseguir al amor de su vida.
Qué novela, qué momentos llenos de ironía, qué recuerdos de lo que es un instituto, qué agradable es conocer a una autora como Tonya Hurley, que refresque los contenidos para jóvenes. Más allá de las novelas para adolescentes que han poblado la literatura de estos años, encontré esta novela por casualidad, mientras recorría una librería buscando un libro que me hiciera pasar un buen rato. Leí la contraportada de la excelente edición que se había trabajado Alfaguara, y me dije: “oye, si la protagonista soy yo de joven”. Así que empecé a leer. Y me reía en el metro, reía a carcajadas con algunos momentos del libro y la gente se me quedaba mirando, para ver qué libro estaba leyendo. Y es que estamos ante una historia sencilla, pero llena de momentos asombrosos. Una vuelta de tuerca a las historias de fantasmas, de la amistad entre jóvenes, de la búsqueda del primer amor, de las estupideces que hacemos cuando creemos que nos vamos a comer el mundo, y un mensaje apropiado para que los adolescentes de hoy en día luchen por lo que creen justo. Porque “Ghostgirl” nos invita a pasar un buen rato, a disfrutar de la lectura, de la buena música. Perdernos por un rato en un instituto que más parece el túnel del terror: sus animadoras perversas, la chica incomprendida, los geeks que prefieren un videojuego a la vida real, y una protagonista carismática, con la que congeniar. Un acierto de la autora Tonya Hurley.
No suelo pararme demasiado en las estanterías de la novela juvenil. Siempre lo digo porque cuando reseño un libro para adolescentes, me quedo con una sensación rara. ¿Cómo es posible que una historia como esta me haya gustado si se supone que es para otro público? Pero ese es precisamente lo bueno que tiene este libro. “Ghostgirl” puede ser una historia de adolescentes, pero desde luego, es un divertimento para adultos. ¿Quién dice, además, que hay una edad para una lectura determinada? Tonya Hurley lo tiene claro: nos propone un juego divertido, una historia interesante, una lectura más allá de la ciencia ficción para chavales. Y yo he caído en sus garras, además sin ningún atisbo de culpa por ello. Porque eso es lo que me ha hecho sentir este libro: recuperar un hueco de mi biblioteca que tenía completamente olvidado. Así que, más adelante, cuando salieron las dos partes restantes de la historia de “la chica fantasma” me hice con ellas. ¡Y las disfruté! pero ese es otro tema… para otra reseña.
Volveremos a hablar de esta historia, cuando el regreso de “Ghostgirl” nos enseñe que la amistad está por encima de todo. Y que, sacrificarte por alguien que quieres, es lo verdaderamente importante cuando alguien te importa. Porque el instituto puede ser un lugar lleno de vida… pero también de muerte, y de la más divertida.
Muy buena reseña. A veces encontramos títulos en la sección juvenil que disfrutamos mucho. Me pasa con las novelas de Laura Gallego, que hasta ahora todas las que he leído, las he disfrutado mucho. Este libro precisamente no me llama mucho, pero quizás termine dándole una oportunidad, que tu reseña se lo merece.
Besotes!!!
woooo