Kageno también quiere disfrutar de la juventud, de Yuka Kitagawa

Kageno también quiere disfrutar de la juventudDicen que todos llevamos a un niño en nuestro interior, yo lo que tengo dentro es a una adolescente japonesa que grita muy agudo y muy fuerte ante las cosas que le encantan y le emocionan. Y es que desde hace tiempo soy una ávida consumidora y fan de la cultura asiática: literatura, cine, comidas, doramas y sobre todo manga, para ser más concreta mangas shojo, esos de personajes de mirada brillante con intricadas tramas a la altura de cualquier culebrón que se precie de serlo.

Kageno también quiere disfrutar de la juventud, cumple con los clichés del género, pero cuenta con una protagonista única que lo hace destacar del resto. No huyáis todavía, dadme una oportunidad y dejad que os cuente.

Yuki Kageno es la típica pardilla, una chica tímida, sin amigos e invisible para casi todo el mundo, en el extremo opuesto esta Yôta Mitsunaga, el chico popular de la clase, tan guapo y amable que hace que todas las chicas le persigan enloquecidas. En un encuentro fortuito, Kageno escucha sin quererlo la declaración infructuosa de una chica al ídolo del instituto, sin embargo, este sorprende a Kageno con una loca propuesta para escapar del acoso de sus fans: fingir un noviazgo, ella se hará pasar por su novia y a cambio él se convertirá en su primer amigo.  La llegada de Mitsunaga y su “luz cegadora” se convertirán en el incentivo que Kageno necesitaba para armarse de valor y comenzar a cambiar.

Esta puede ser la trama de cualquier shojo, pero la diferencia esta en su protagonista; torpe, expresiva, despistada y con tendencia al desastre, cualidades que son exageradas hasta niveles hiperbólicos y que llenan las páginas de escenas disparatadas y divertidísimas. Kageno aparece dibujada el ochenta por ciento de las veces en formato chibi, lo que acentúa las características del personaje y nos llevará a la carcajada. Pero al mismo tiempo, este recurso hace de Kageno un personaje más real, con el que es muy fácil empatizar, sus miedos, sus inseguridades, su necesidad de encajar y ser aceptada, hacen de ella alguien tan entrañable y conmovedor que resulta muy difícil no adorarla.

Yuka Kitagawa nos habla en este manga de cuestiones como la aceptación de uno mismo, la fobia social, el miedo al rechazo, el acoso escolar y todo ello desde una perspectiva fresca, a través de unos personajes tiernos y encantadores de los que resulta casi imposible no enamorarse.

Evidentemente estamos ante un manga shojo y nos encontramos con tópicos del género. Gráficamente se centra sobre todo en las expresiones faciales de los personajes con un dibujo limpio y bonito, encajando perfectamente con la narración y destacando los momentos y las diferencias entre los personajes cuando nuestra protagonista aparece como chibi.

Kageno también quiere disfrutar de la juventud, es un manga romántico, sí, pero su vertiente cómica, su capacidad para narrar entre líneas temas importantes, su entrañable elenco de personajes y su encantadora protagonista lo hacen diferente y merecedor de una oportunidad. Este es el primero de una serie de once tomos, pero con un inicio tan prometedor como este, yo al menos, no pienso perderme las aventuras y devaneos de Kageno en su vida escolar.

 

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