Reseña del libro “La ciudad de los mil ojos”, de Bruno Puelles
Si hay una ciudad en el mundo que desprende magia esa es Venecia. La ciudad de los palacios, de las góndolas, de los canales y los mercados, pero sobre todo Venecia es famosa por su sorprendente y único carnaval, un espectáculo de fantasía y magnetismo.
Ahora pensad en una historia que nos lleve a una Venecia oscura donde habitan los demonios bajo las aguas, pero que salen a la superficie cuando llega el carnaval para acudir a las fiestas que se celebran en su honor.
Pues esa historia existe, y estuvo tentándome desde que salió a la venta hasta que no pude resistirme a los encantos y a los secretos de La ciudad de los mil ojos, de Bruno Puelles, que nos sumerge en las aguas de la Serena, donde las familias más adineradas conspiran para abrir las fronteras que han mantenido tanto tiempo aislada a la Serena. Sin embargo, y por casualidades del destino, un variopinto elenco de personajes de diferentes clases sociales y económicas se verán enterrados en una maraña de incógnitas y misterios que tendrán que resolver y que pondrá en peligro sus propias vidas y las de sus seres queridos.
¡Cómo me gusta una buena novela de personajes que nos haga dudar de todo y de todos! Y si encima tiene una ambientación tan tremenda y oscura como la de este libro, para qué queremos más. De verdad os digo que es maravilloso cuando un autor tiene ese don, ese poder de introducirnos tantísimo en el mundo que ha creado, con esa ambientación tan real que nos sitúa de lleno en el escenario para que experimentemos cada suceso junto a cada personaje. Y precisamente ese es el caso de Bruno Puelles, autor al que le tenía ganas desde que leí muy buenas críticas de su obra El ciclo de vida de la mariposa nocturna. Por eso supe que ahora era el momento y no pude negarme ni resistirme a La ciudad de los mil ojos. De hecho, el trabajo de Bruno ha sido tremendo, ya que el autor viajó a Venecia para poder documentarse profundamente, y eso se plasma y se respira en cada página de este libro. Me atrevo a decir que es casi una experiencia de realidad virtual la forma en la que el autor consigue que el lector se sumerja bajo esas aguas, por cada rincón, por cada lugar por el que se mueven los protagonistas, logrando que formemos parte de cada secreto y cada traición, siendo maravilloso poder fundirnos con el resto de personajes y conseguir ser uno de ellos, escondiéndonos y viviendo al máximo los misterios y placeres de la Serena.
Además, algo que me ha encantado de esta novela es poder leer capítulos que se alternan entre los diferentes puntos de vista de cada personaje, cosa que agiliza mucho la historia y proporciona un ritmo envolvente y sosegado. Personajes que no tienen nada que ver unos con otros pero que al final, como piezas de un puzle, van encajando sus historias unas con otras para dar sentido a algo más grande y más complejo y ser parte de un mismo todo. Personajes muy humanos y muy bien construidos.
En definitiva, los mellizos Malatesta, Mirlo, Baldizere o los mismos demonios marinos os servirán de guía por esta misteriosa ciudad repleta de traiciones y peligros que os hará replantearos cada paso que deis. Una historia que os atrapará de principio a fin y que os hará volcaros de lleno en ella. Una historia de leyendas e intrigas de palacio que permanecerán en vuestra memoria junto a los personajes. Así que estad atentos y prestad atención a quién os mira en La ciudad de los mil ojos.