La música del viento, de Jordi Sierra i Fabra
¿Quien no ha leído un libro de Jordi Sierra i Fabra? Es uno de los autores españoles más prolíficos, y no solo en libros, sino en géneros literarios, temáticas, y destinatarios de sus obras. Claro que cuando uno empieza a escribir a los 8 años y publica su primera novela a los 12, la vida puede dar para mucho, pero desde luego lo que no le falta a este hombre es imaginación para tantas y tantas historias, si no me equivoco debe haber escrito cerca de 500 títulos. Y eso teniendo en cuenta que parte de su vida ha estado dedicada al estudio de la música.
¿Quién no conoce Fundación Jordi Sierra i Fabra, destinada a promover la creación literaria entre los jóvenes de lengua española menores de 18 años?. Gracias a ella cada año, desde 2004, tenemos el placer de poder descubrir a algún joven capaz de sorprendernos con libros como el de Africa Vázquez , “Con vistas al cielo”
Sí, este libro se presenta como recomendado para el primer ciclo de la ESO, y estoy de acuerdo con eso, incluso lo podríamos adelantar un poquito y leerlo en el último curso de primaria, pero es muy importante que los niños, en su lectura, se sientan acompañados por adultos: padres, profesores, educadores … con una cierta conciencia social, incluso podría ser interesante poder hacerlo en clase con la participación de alguna persona que participe activamente en alguna ONG que tenga relación con la infancia.
¿Por qué?
Los chavales están acostumbrados a convivir con los héroes de ficción, pero debemos hacer que se familiaricen con esas personas que en algún momento de su vida juntan todas sus fuerzas, todo su valor, toda su capacidad y toda su solidaridad y se convierten en héroes reales.
Y eso es lo que encontrarán en
“La música del viento”. Van a conocer a un hombre normal, que podría ser su padre, su tío o un profesor, al que, por ser conocido como periodista (tomen nota de que no tengo nada en contra de los periodistas), pero sobre todo por ser un hombre comprometido con las causas humanitarias, le harán partícipe de un descubrimiento: En una alfombra traída de India han encontrado un mensaje del niño que la ha tejido. Un mensaje desesperado de un ser humano llamado
Iqbal.Hoy, en pleno Siglo XXI, sigue habiendo no ya explotación, sino esclavitud infantil. Esto es una realidad, una triste realidad con la que convivimos sin la menor vergüenza, y no solo eso, sino que hay ocasiones en que con nuestros hábitos de consumo contribuimos a que estas situaciones persistan e incluso se agraven.
Miren de que forma tan elegante lo expresa el autor: “Un mundo al que Occidente da la espalda mientras camina por encima de las alfombras que son su resultado”.
Pero tranquilos, el libro, como he dicho, está pensado para los chavales así que lo que encontramos tras la inicial exposición, es acción, la acción de nuestro héroe real. También la historia de Iqbal es real, pero el autor ha cambiado su país de origen, Pakistán, por la India, quizá por conocer mejor el mundo por el que debía moverse.
Un relato de esperanza, en el que descubriremos que para lo que para unos es poco para otros es mucho: Una pequeña acción, un gran resultado; un poco de dinero, la solución a una vida digna…
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Muchos, cuando hacemos nuestra aportación anual a las ONGes a las que pertenecemos, nos preguntamos si este pequeño gesto sirve para algo, sí que sirve, claro que sirve, solo hay que ver las rendiciones de cuentas anuales que editan y nos hacen llegar esas organizaciones. ¿Como se puede hacer tanto con tan poco?. Sí, si no podemos hacer otra cosa, y a la vista de que los países ricos no terminan de hacer sus deberes, al menos debemos colaborar económicamente en la medida de nuestras posibilidades.
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Entre todos podemos tejer otras alfombras, como esta realizada en La Laguna, alfombras solidarias, alfombras que se deben convertir en asistencia, comida, agua, educación…
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Hay otros libros que nosotros, como adultos, podemos y debemos leer, más comprometidos, más dolorosos, pero para iniciar a los chavales en un pequeño acercamiento al sufrimiento de otros niños, para desarrollar en ellos la necesidad de ser solidarios y comprometidos, para que descubran que sus pequeños actos son la esperanza de muchos, éste, es suficiente.
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Susana Hernández
Otros libros recomendados
(levanto el dedo): yo no he leído un libro de este señor.
Voy a continuar leyendo …..
No sabía nada, Susana. Así que me alegro de conocer esta forma de presentar y a la vez conocer mejor ese otro mundo.
Besicos y ¡Feliz veranito!
Voy a levantar también la mano, que tampoco he leído nada de este autor. A ver si lo remedio pronto y si puedo, hasta con este título, que me ha llamado mucho la atención.
Besotes!!!
Este autor que escribe sobre todo para jóvenes, plantea buenos debates sobre temas importantes y comprometidos. Yo tra leer este librito, me interesé mucho por la vida y la lucha de Iqbal, y me alegra mucho haberlo conocido al mismo tiempo que me ha dolido descubrir cosas tan tremendas qeu pasan casi delante de las narices de los turistas.
Bueno Querida, desde mi rincón veraniego, un fuerte y relajado besico!
Hola Margarita!
Se que has estudiado filología, pero no se si eres profesora, con los libros de este autor se suele trabajar mucho con los chavales. En este caso es muy interesante hacerles investigar después de leer el libro sobre la vida de Iqbal.
Un besico fuerte también para ti!
¡Hola, tocaya! Me parece genial que recomiendes este libro, los niños occidentales crecen en el egocentrismo y el consumismo, en la inmediatez y la impaciencia. Abrir sus miradas a una realidad que va más allá de su entorno les hará madurar en el sentido de preocuparse por los otros y relativizar la importancia de las cosas superficiales. ¡Un beso, que disfrutes del verano!!
Cuanta razón tienes respecto de lo que está pasando con nuestros chavales!
Este libro me ha parecido interesante precisamente para que se genere debate entre educadores y chavales.
Un fuerte beso y que disfrutes también del veranito!
No conocía ni al autor, ni sus libros ni su fundación, pero todos los días se aprende algo; así que gracias por tu reseña; igual lo tengo que decir: 500 libro? LO ODIO! LO ENVIDIO! ^^
Jajajja Roberto!
Yo también lo envidio, ¡Que gran capacidad la de este hombre!
Un abrazo!