No es la primera vez que les traigo a este curioso autor, el oscense Oscar Sipán. Curioso porque es un original mago de las palabras que sabe utilizarlas a su conveniencia para crear cuentos que, como debe pasar con una buena historia, no dejará indiferente al lector. Sabe impactar, sabe arrancar la sonrisa y sabe llevar a la reflexión.
De este autor, que en su día fuera editor de Tropo, les he hablado en, por lo menos, tres ocasiones. Me acerqué a él a través de sus cuentos, en un libro desconcertante titulado Concesiones al Demonio. En estos cuentos descubrí que según la mirada que hagamos a lo que nos rodea, podemos tener una imagen estremecedora del mundo.
Después les hablé de Cuando estás en el baile, bailas, un libro que ganó el Premio Novela Negra de Getafe y que escribió a cuatro manos con el que fuera su socio en la editorial Tropo, y también excelente autor, Mario de los Santos. Una novela negra de las que llegan para quedarse en lo que llamamos Literatura con mayúsculas.
Finalmente les hablé, de otra obra de cuentos o relatos cortos titulada Quisiera tener la voz de Leonar Cohen para pedirte que te marches. Ya ven, otra vez relatos magistrales que no olvidará fácilmente quien se haya acercado a ellos.
Visto esto no es de extrañar que siendo uno de los autores que más premios de cuento y relato corto ha ganando en este país, vuelva una y otra vez a esta fórmula que tan bien domina y con la que sabe inundar de emociones al lector.
La novia francesa de Ho Chi Minh, está dedicada “a Lara Sipán Arellano, mi mejor cuento”.
Lara es su hija, apenas llega al año y ya la deberíamos envidiar por tener acceso a los cuentos que su padre le esté contando en privado y de forma personalizada. Pero está claro que a Lara no le iba a dedicar cualquier libro, y este es un libro que consta de 12 relatos cortos, unos más cortos que otros pero todos sin excepción extraordinarios. Difícil decidirse por uno en concreto, pues sí con el primer relato, La influencia de Nora en los Jardines, nos engancha desde las primeras palabras con la fuerza y el dolor de un personaje como Emilio Vallejo (Cubelo), con el que nos trasporta hasta los primeros años de la posguerra:
“A Emilio Vallejo todos le decían Curbelo. En el primer año de la guerra perdió a toda su familia. Nunca supe si Curbelo acudió al hospicio por caridad o por remordimiento. Buscaba un ayudante y se llevó algo parecido a un hijo…”
Un largo pero “corto” cuento que narrado en primera persona nos introduce en la historia por la vía de las emociones. Sigue uno tras otro con el resto de los relatos. Saltando de una a otra historia, de Drácula al Triángulo de las Bermudas, pasando por el maestro Pio Baroja al que pone voz y de paso, dura crítica al sistema, además de un vocabulario exquisito con el que dulcificar la vida y la muerte.
Verán, cualquiera que siga en las Redes Sociales a este autor, sabe de sus frases breves y lapidarias, de sus cuentos extra cortos, o micro-cuentos que dirán algunos (pero a mí no me gusta la micrología 😉 ); pues bien, para todos esos seguidores como yo, hay un apartado titulado Delirios de grandeza de un liliputiense, que por lo impactante, por lo sonoro, por lo divertido, por lo especial, por lo visual … les recomiendo, Óscar sabe, o debe saber, que es bueno en este menester, y por ello les voy a dejar una pequeña muestra:
“CENA PARA DOS
Cuando descubrió aquellas fotos, invitó a cenar a su vecina.
Su marido infiel también estaba en la mesa.
En la mesa. “
Seguro que cuando vean este libro en sus librerías o bibliotecas, no les pasará desapercibida la estupenda cubierta diseñada por la ilustradora y diseñadora gráfica, Susana Blasco.
Acérquense a estas historias de Sipán, acérquense a la magia de las palabras, de las historias contadas con acierto y brevedad, y con la maestría del que sin duda es uno de los mejores en este género.
Qué bueno. Me has encandilado y ya de buena mañana y en domingo me encuentro deseando uno de tus libros. Encima soy de las que disfruta de los relatos, así que lo dicho, no me voy a extender mucho más, que si siempre comentas que tu objetivo es animar a la lectura con libros que a tí te han gustado, esta vez se puede decir eso de “mission accoumplished!”
¡Feliz domingo!
Ya sabes que me alegra que tenga todos los elementos que te gustan en la lectura. Y sí, amiga, qué bien me conoces ya, ese es siempre mi objetivo, animar a que otros lean y compartan sus lecturas. Traer a Oscar Sipán, es como una especie de seguro, pues muchos ya le conocen, y saben que apuesto sobre seguro.