La oscuridad exterior

La oscuridad exterior, de Cormac McCarthy

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La carretera fue el primer libro que leí de Cormac McCarthy, luego seguí con No es país para viejos y a continuación agarré su bibliografía por el principio con El guardian del vergel y el libro que nos ocupa: La oscuridad exterior, y a cada libro nuevo que leo del autor no deja de sorprenderme. Para los que todavía no conozcan a este genio de la literatura actual, hemos de decir que se encuentra en su haber un premio Pulitzer por La carretera y es, según la crítica especializada, uno de los cuatro mejores escritores estadounidenses del siglo pasado. O sea, que tiene un estilo muy personal y es uno de esos escritores que: o te encantan u odias a más no poder.

 La oscuridad exterior (Outer Dark) fue escrita en Ibiza, como nota curiosa, y publicada en 1968. La historia se desarrolla al final del siglo XIX y principios del XX en algún lugar del sur de los Estados Unidos, nunca se dan detalles concretos de la localización; y nos cuenta la historia de dos hermanos Culla y Rinthy, hombre y mujer, que viven sumidos en la más absoluta pobreza en una pequeña cabaña a las afueras de la civilización. Los hermanos han cometido incesto y tienen un hijo al que no pueden mantener por lo que Culla, decide abandonar al niño en pleno bosque mientras su hermana duerme y contarle más tarde que este ha muerto, cuando en realidad fue recogido por un hojalatero que pasaba por el lugar donde había sido abandonado. Rinthy le pide a su hermano que la lleve a ver donde está enterrado el niño y cuando descubre que el lugar que le señala su hermano está vacío, huye despavorida a la búsqueda de su hijo.

 


 

Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Mateo 8:12

A partir de ese momento la novela se divide en dos partes. Por un lado tenemos a Rinthy que, al enterarse de que un hojalatero había recogido a su hijo abandonado, decide partir en su busca sin conocer siquiera su nombre ni su aspecto. Tendrá que robar para comer e implorar la hospitalidad de la gente que vaya encontrando en su camino para intentar dar con el hombre que se llevó a su hijo. Y por otro lado tenemos a Culla que parte en busca de su hermana realizando todos los tipos de trabajo que se pongan a su alcance y aprovechándose maliciosamente de la escasa hospitalidad que va encontrando a lo largo de su viaje. Una aventura de resonancia bíblica, en la que unos Adán y Eva expulsados del paraíso buscan la redención en un mundo hostil.

La oscuridad exterior es la cuarta novela que me leo de McCarthy y puedo afirmar sin miedo a equivocarme que es la más dura de todas ellas. El detalle con el que el autor recrea la pobreza de los protagonistas y las cruentas situaciones que se ven obligados a vivir a lo largo de su viaje; no solo es descrito en la narración sino que se palpa en las páginas: la manera tan seca de escribir que tiene McCarthy, su dicción más que sobresaliente e incluso los parrafos a mitad de página con los que se nos separan los capítulos de la novela ayudan a crear un ambiente opresivo que no nos abandonará hasta que no hayamos leído la última palabra del texto. Hay escenas que incluso llegan a revolvernos el estómago, pero que nadie se alarme: McCarthy no se recrea en la violencia por el simple hecho del morbo, la violencia forma parte del su mundo literario, está tan presente que terminaremos viéndola como una simple e inevitable consecuencia.

Como el resto de la literatura de McCarthy, no estamos ante un libro sencillo —aunque tampoco especialmente complicado en este caso— y muchos lectores sentirán rechazo ante el tipo de narración y los hechos que nos presenta el autor, pero todo aquel que sea capaz de ver más allá, disfrutará de un libro genial, una leyenda viva de la literatura estadounidense.

3 comentarios en «La oscuridad exterior»

  1. Una gran reseña para un gran autor.

    Es cierto que McCarthy no es un escritor fácil (por su temática y por su profundidad más que por su estilo, que es bastante sencillo y directo) pero merece la pena acercarse a su obra. La violencia descarnada de muchos de sus libros (no he leído éste aún, pero “Hijo de Dios” o “Meridiano de sangre” son terribles) sólo es superada por la de los telediarios. Pero McCarthy nunca se recrea en el morbo; no hay apología ni admiración por la violencia en sus libros, ni siquiera hay un poco de épica: es un violencia sórdida, estéril triste, y está ahí porque está profundamente ligada a la condición humana, del mismo modo que aparece en Coetzee y en otros autores capaces de penetrar hasta lo más profundo del alma humana.
    De todas formas, al que desee aproximarse a este autor por su lado menos duro, yo le recomendaría la “trilogía de la frontera”.

    Un saludo.

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  2. ” la carretera ” fue el primer libro que leí de este autor , Y ME IMPACTO, tengo un hijo de 17 años , la reseña es tan recomendable que leere el titulo , gracias .

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