“El principio de Incertidumbre dictamina que uno puede saber dónde se encuentra una partícula, o puede saber a dónde se dirige, pero no puede saber ambas cosas al mismo tiempo. Y resulta que con las personas pasa lo mismo. Y cuando lo intentas, cuando te fijas demasiado, contraes el efecto del observador, que significa que, cuando intentas descubrir lo que está ocurriendo, interfieres en el destino. Una partícula puede estar en dos sitios a la vez. Una partícula puede interferir en su propio pasado. Puede tener muchos futuros y muchos pasados. El universo es complicado”.
Yo no soy mucho de empezar las reseñas usando una frase del libro ni transcribiendo párrafos. Pero es que esta vez no he podido evitarlo. Así, con esta frase sobre el principio de Incertidumbre es cómo empieza La raíz cuadrada del verano. Y me ha parecido un principio tan perfecto, tan redondo y tan bonito, que no he podido evitar plasmarlo en esta reseña para compartirlo con todos vosotros.
Y es que este libro trata un poco de eso, de lo difícil y complicado que es el universo. La vida, en general. Lo difícil que es lidiar con los problemas del día a día. Nuestros propios problemas que, quizás, a ojos de otro sean nimiedades y chiquilladas. Margot, o Gottie —como la llaman sus amigos—, lo sabe muy bien. La vida puede ser realmente complicada. No llegó a conocer a su madre, por lo que su padre y su abuelo fueron los pilares imprescindibles de su vida. Pero, con la muerte de su abuelo, a Gottie se le vino el mundo encima. Él la comprendía mejor que nadie. Él sabía todos sus secretos, aunque ella jamás se los hubiera contado. Gottie lo descubrió cuando encontró el diario de su abuelo, donde la mayoría de las páginas estaba dedicada a ella. Él entendía que Gottie fuera un cerebrito y que amara las ciencias y los problemas matemáticos ante todas las cosas. Y también sabía que había un chico que le había robado el corazón. Lo sabía absolutamente todo.
Eso fue demasiado para Gottie.
Así que desde ese momento, su mundo empezó a dar vueltas, casi literalmente. Gottie empezó a caer en lo que ella llamaba “agujeros de gusano”. Lapsus de tiempo que pasaban sin que ella se diera cuenta. De repente, su mundo se paraba y no recordaba nada. Como si hubiera caído dentro de un agujero negro y ella se hubiera paralizado mientras el resto de gente seguía con sus vidas. Y esto no hizo más que empeorar cuando llegó Thomas, aquel chico que le hizo tanto daño tiempo atrás.
Este libro, La raíz cuadrada del verano, escrito por Harriet Reuter Hapgood es un libro curioso. Parece que nos está contando una historia de amor más, en la que una chica adolescente tiene que lidiar con sus sentimientos, pero en realidad esto va más allá. Gottie intentará descubrir qué son esos viajes temporales que sufre y lo intentará hacer de la única forma que sabe: usando la ciencia. Y nos hará partícipes de sus teorías y sus hipótesis, aunque al principio ni ella sepa de lo que está hablando.
No es un libro más para adolescentes. Es un libro especial, cuya protagonista es la ciencia ficción pero sin pretenderlo. Es una historia cotidiana, del día a día, pero que de repente se ve interceptada por una historia fantasiosa en la que la física adquiere un papel muy importante.
Es un libro extraño, la verdad. No es lo que esperaba en absoluto. Sin significar eso que sea bueno o malo. Simplemente, no me esperaba que lo de los agujeros de gusano fuera a tomar tanta importancia. Me sorprende que en un libro así se trate un tema tan complicado como es la física cuántica y, lo mejor de todo, que lo haga de esa forma tan natural.
El papel de Gottie sin duda es el que más me ha gustado. Es una chica muy natural y cuya tristeza por la muerte de su abuelo traspasa el papel con una facilidad increíble. Además están sus dudas, sus inseguridades. Con respecto a su mejor amiga, su familia, su chico, incluso respecto a ella misma. Todo son titubeos, no sabe cómo gestionar su vida diaria, así que cuando llegan los viajes temporales… todo es caos. Y eso se transmite muy bien a través de la narración Harriet Reuter, que aunque es su primera novela, sabe plasmar las emociones de la protagonista a la perfección.
Como resumen, toda una novedad en el panorama actual de novela juvenil, que nada tiene que ver con las típicas historias de chica conoce a chico, lo que seguro que hará que se hable de ella durante muchísimo tiempo.
Tiene muy buena pinta, así que lo leeré…
¡Me alegro, Marta! Ya nos contarás qué te ha parecido.