A pesar de ser una apasionada de los cuentos infantiles, he de admitir que nunca había leído La reina de las nieves. Y no vale decir que me encantó la película Frozen, ya que, aunque no lo parezca, no trata ni de lejos la bella historia que trata este magnífico cuento sino que se basa en su protagonista para crear una historia distinta pero de similar ambientación invernal.
La reina de las nieves relata en realidad la vida de dos amigos, un niño y una niña llamados Kay y Gerda, que se separan cuando uno de ellos desaparece en un frío día de invierno. A partir de ahí, es cuando comienzan las aventuras y cuando ambos se encuentran con una fuerza oscura y terrible contra la que tendrán que luchar a lo largo del libro.
Leer a Hans Christian Andersen es como volver a ser un niño y creer en la magia. Es despertar de nuevo tu imaginación y hacerla volar por los aires. Es creer en las historias en las que los cuervos hablan, los espejos están malditos, las flores te cuentan historias y en las que los ángeles te salvan la vida. Es adentrarte en una realidad inverosímil en la que deseas vivir por un momento y alejarte de tus preocupaciones diarias. Por este y otros motivos es por los que leo a autores como este. Este cuento en particular me ha encantado por los valores que transmite, tanto de bondad, como de amistad y sacrificio por las personas amadas. Creo que este libro enseña tantos a niños como adultos estos y otros valores que no debemos olvidar jamás.
Pero no solo nos muestra grandes valores sino que también nos revela la parte negativa y oscura que todos los seres humanos llevamos dentro. Esa fuerza cruel y malvada que nos aleja, en ocasiones, de las personas a las que queremos y que nos lleva a veces a cometer actos indeseados. Y, según lo que enseña este libro, solo el poder del amor y la amistad puede romperlas. Una idea que quizás se asemeje un poco a la religión católica, a la que también hace alusión este libro con múltiples referencias a Dios, Jesús y los ángeles como herramientas para combatir el mal que podemos encontrarnos en el mundo.
Este cuento se lee en un suspiro, porque apenas llega a las ochenta páginas, incluidas las ilustraciones a caras completas. En cada capítulo narra una especie de microcuento dentro de la historia, hasta alcanzar los siete. Esta edición me ha parecido increíblemente cuidada. Las ilustraciones a todo color son realistas y están dibujadas y pintadas con todo detalle. Además, no pasas dos hojas en blanco sin encontrarte una pequeña o gran ilustración, lo que aporta un mejor libro al cuento. Además, la edición en tapa dura y en gran tamaño ayudan a una lectura más fácil y cómoda.
La reina de las nieves me ha parecido un precioso cuento, que se lee en apenas una hora. Un cuento que me arrepiento de no haber leído cuando era pequeña, puesto que lo habría disfrutado incluso más. Un cuento que me ha trasladado de nuevo a mi infancia y que me ha llevado a creer un poco más en la magia de las historias bien contadas. Si no lo dudaba apenas, ya no lo dudo en absoluto: Hans Christian Andersen es un magnífico escritor, que no solo entretiene, sino que logra transmitir cientos de moralejas en pequeñas y sencillas historias para todas las edades. Porque está claro que estamos todos muy equivocados, los cuentos no son solo para los niños.
He leido un montón de cuentos infantiles; menos la”reina de las nieves” porque nunca la publican en los libros de cuentos .Escuchando hablar de ella pensé que se referían a “blancanieves”.