Reseña del libro “La viña de uvas negras”, de Livia De Stefani
En La viña de uvas negras, la escritora siciliana Livia De Stefani hace un complejo retrato de la sociedad extremadamente patriarcal de la Sicilia de los años 30. En esta novela, la autora nos conducirá por una tragedia orquestada por la familia Badalamenti, encabezada por el patriarca Casimiro Badalamenti, hombre despiadado, que por asuntos con la mafia ha perdido el dominio de su viña de uvas negras, herencia de su padre. Así pues, se establecerá en Cinisi, donde conocerá a Concetta, con quien pronto vivirá y tendrá hijos, a quienes maltratará, manteniéndoles completamente aislados y contra quienes impondrá su propia ley y orden.
Creo que puedo afirmar que este libro es la típica novela que me remueve como lectora. Resulta que hacía bastante tiempo que la tenía pendiente y he aprovechado este agosto para leerla. Llevaba arrastrando un bloqueo lector veraniego de aquellos que irremediablemente cada verano de los últimos años me da, y como desde la estantería me estaba llamando, decidí llevármela a mi viaje exprés a Granada y adentrarme en ella. Desde el primer momento conecté. Estamos ante una novela que me reafirma lo que ya sabía: que las autoras italianas y yo nos solemos entender muy bien, me siento especialmente cercana a ellas y leerlas suele ser un gran placer. Y es que la prosa de Livia De Stefani es una verdadera delicia. En un momento dado, Casimiro le dice a Concetta en tono autoritario: “Eras un alga y te convertirás en una viña”, haciendo alusión al amor de éste por la tierra, de su viña, la cual es fiable, la cual le proporcionará un futuro a él y a sus descendientes, mientras que a Concetta, hija de marinos, le atrae el mar, lo cual Casimiro no soporta, ya que considera al mar como algo traicionero de modo que a su vez, desconfía también de Concetta. Manifestando la referida frase, Casimiro sabe que la doblegará, que es su dueño, que la moldeará a sus deseos. Por su parte, Concetta acomplejada por ser unos años mayor que Casimiro, mujer que previamente ya ha sufrido la pérdida de un hijo, y mujer de su tiempo, convencida de que es propiedad del mismo, se verá víctima de la brutalidad de Casimiro, de sus celos, de su control. Cuando lleguen los hijos, la situación se complica y Casimiro, recupera la viña, a la cual arrastrará a toda la familia y seguirá imponiendo su régimen autoritario y abusivo. Pero Livia De Stefani nos transmite un mensaje muy claro: esa brutalidad patriarcal solo puede llevarnos a un lugar y es ante el desenlace de una historia increíblemente trágica.
Esta novela me evoca a elementos tales como las voces de las mujeres y niños bajo el yugo de los hombres sicilianos del siglo pasado, las viñas, el calor, la sangre y la venganza, el honor mancillado de la familia.
Así pues, no me queda nada más que decir que no sea recomendar encarecidamente La viña de uvas negras. Se trata de una novela dura, desgarradora, pero que te remueve por dentro y te hace reflexionar, además de mostrarte esa sociedad asfixiante como fue la vivida por las mujeres y niños de la Sicilia de aquel entonces, con las duras normas machistas imperantes y la ley impositiva de los patriarcas.