Libros infantiles de hoy y de mañana 17
Hace poco, mientras caminaba por la calle acompañado de mi sobrino pequeño, me dio por fijarme en cómo hablaba, en cómo iba mirando todo lo que tenía a su alrededor y lo nombraba. Puedo decir, con orgullo de tío, que es un niño espabilado para la edad que tiene y sorprende oírle nombrar cosas que conoce ya desde que es un renacuajo. Pero una de las cosas que me sorprendió más fue la capacidad contarse historias propias, historias inventadas a raíz de un simple autobús que cruza la calle, o de un semáforo que está cambiando su color. Él hablaba y hablaba como si le fuera la vida en ello y me contaba todas las vidas que había tenido el semáforo, el autobús, que el paso de cebra era en realidad un paso para ir al espacio, o cosas parecidas. Por eso me enorgullezco de él cada vez que lee un libro, porque ese niño, que un día se hará mayor, ha sabido captar, como lo harán los libros infantiles que os traigo hoy, la diversión que puede estar escondida tras las pastas de unos libros que nos cuentan, siempre, algo diferente.
Que los animales son uno de los elementos que más llaman la atención de los pequeños, eso ninguna lo pone en duda. Perros, gatos, conejos, caballos. Tantos por descubrir y que a ellos les parecen una obra maravillosa. Luna Llena nos habla de ellos, pero no sólo de eso. Macmillan ha conseguido, con esta historia de lo que sucede a la luz de la luna, hacernos conocer en una edición perfectamente cuidada lo que significa que un cachorro nazca, que un mundo entero se detenga para oír cómo un pequeño oso, un osezno abrigado por la oscuridad, ha venido al mundo para que lo conozcamos. No soy muy amigo de las alabanzas que se pierden entre las palabras, por eso puedo decir que este libro es una joya, es de esas historias cortas, pero que se vuelven intensas cada vez que pasamos la página, y que nos hacen disfrutar bien sea a la luz del día o a la luz de nuestra lámpara de noche, de lo maravilloso que es crear libros que te hagan viajar a otros lugares, a un bosque en plena oscuridad, sólo abrigado por la luz de la luna, donde una nueva vida ha llegado para quedarse y demostrarnos el poder de la naturaleza.
Los cuentos clásicos siempre son interesantes. Nos unen como lectores y nos descubren cómo eran las historias de antaño. Pero, ¿qué me dirías si encontrarais en un libro algo diferente? ¿Y si la historia que os habían contado en realidad tuviera diferentes puntos de vista y ninguno fuera el que os han contado desde pequeños? Lo que no vio Caperucita Roja sólo podría describirse como una de las historias más contadas, pero que se vuelve todavía más divertida en esta edición de Edelvives. Una historia que todos conocemos, una historia que todos sabemos contar desde la primera palabra hasta el punto y final. Y sin embargo, una historia que se convierte en algo diferente para que podamos disfrutar de nuevo, hallar nuevas aventuras, y vivir en ese mundo mágico que era el bosque y la casa de la abuelita conociendo de primera mano todo lo que sucedía con los personajes, desde su visión, desde su cabeza, comprendiendo que muchas veces, lo que creíamos verdad no lo es y lo que era mentira sólo era una cuestión de una visión borrosa.
Y como siempre sucede, los libros también sirven para aprender mientras nos divertimos, mientras somos capaces de crear algo nuevo. Coser y contar no es sólo un cuento, porque si solamente fuera eso quizá yo no estaría hablando de él. Lo que nos ofrece esta nueva maravilla de Combel es, ni más ni menos, que la oportunidad de que los más pequeños decoren, vistan, y aprendan que una aguja y la lana pueden convertir un solo dibujo en algo mucho mejor. Pensaréis que me he vuelto loco. ¿Niños aprendiendo a coser? ¿En serio? ¿Ya desde pequeños? Pero no se trata de coser, se trata de la destreza, se trata de que ellos mismos sepan de algo más, que aprendan, que construyan con sus propias manos, que cuando vean el dibujo terminado se sientan orgullosos, vean lo que han creado y se digan a ellos mismos: yo hice eso, yo lo creé, me encanta. Porque hay veces en las que la mirada de un niño es lo suficientemente expresiva que sólo hace falta verle el brillo que desprende para que acaben convenciéndonos de que los libros, los libros como éste, son capaces de hacer un mundo mucho mejor.
Y ahora presten atención magos de todo el mundo. ¿Quieren aprender todos los trucos de los magos más prestigiosos del uno al otro confín? ¿Se han preguntado alguna vez cómo es posible que una bola no aparezca en el lugar donde creían que estaba, o cómo es posible que un mago encuentre la carta que queríamos encontrar? No esperen más, sus deseos son órdenes para mí. Les traigo el mejor libro, les ofrezco Los secretos de los magos para que puedan disfrutar de todos aquellos trucos que intentaron descubrir pero no pudieron. Serán la envidia de toda su familia, la envidia de todos los amigos, y cuando un suspiro salga de la garganta de los espectadores se darán cuenta por qué este libro de Larousse es pura diversión, es magia pura, es uno de esos con los que jugar hasta morir de gusto, para poco después abrazarlo y guardarlo en un rincón seguro. Al fin y al cabo, seguro que alguien quiere descubrir cuáles son vuestros secretos. Magos del mundo, ha llegado vuestra guía. Todo lo demás, son puras imitaciones.