Lo que ruge

Reseña del libro “Lo que ruge”, de Izaskun Gracia Quintana

Uno de mis últimos descubrimientos literarios ha sido la editorial El Transbordador. En los últimos seis meses, me he leído cuatro de sus novedades y todas me han encantado: La hipótesis, de Ekaitz Ortega; Trol, de Luis Pérez Ochando; La doctrina del fuego, de Toni Cifuentes y Lo que ruge, de Izaskun Gracia Quintana, la antología de relatos de la que hablo en esta reseña.

Como señala Ekaitz Ortega, el prologuista de Lo que ruge, en los relatos de Izaskun Gracia Quintana hay fantasía y terror —yo añadiría distopía—, pero, al final, lo que todos demuestran es que «lo más extraño y espeluznante forma parte de lo cotidiano». Aunque son historias muy diferentes entre sí, cada una ofrece una posibilidad de quebrar la vida de su protagonista. En ocasiones, se enfrenta directamente a un fin (individual o colectivo), pero cada uno reacciona a su manera.

En el relato que abre la antología, «El gran día», Izaskun Gracia Quintana nos habla de una sociedad donde se venera a las Futuras, mujeres cuya misión es parir grandes remesas de colonialistas, y para eso se convierten en seres de dimensiones desproporcionadas que dan su vida por la especie, quieran o no.

El siguiente relato, «Lo que está por venir», no es más halagüeño: describe un mundo donde la flora y la fauna van desapareciendo porque algo a lo que llaman Ceniza las destruye.

En «La llamada», nos presenta una situación normal y corriente: una chica pasa las vacaciones con su novio y con los amigos de este, a los que ella no soporta; pero, como en el resto de los relatos de Izaskun Gracia Quintana, esa aparente normalidad esconde algo turbio.

En «La granja», retrata un futuro que, pese a ser extremo, no nos suena tan lejano: la Tercera Guerra Mundial mientras la Naturaleza agoniza.

En «Naveciudad» parece que nos da una tregua relatando algo tan cotidiano como los viajes en tren que hace una mujer a diario para acudir a su trabajo, y aun así nos invade una sensación de inquietud hasta las últimas páginas.

«La sombra» narra una historia tan terrible como posible: el sufrimiento de unos padres cuando asesinan a su hijo adolescente.

En «Natividad», la protagonista cree que está embarazada de un extraterrestre que se convertirá en el nuevo Mesías.

Y el relato que cierra Lo que ruge es «La victoria de la insania», donde cuenta cómo un grupo de niños trata de sobrevivir en un territorio invadido.

Algunos de los ocho relatos que conforman Lo que ruge apenas superan las diez páginas y otros pasan de las setenta. Lo que más me ha sorprendido es que, pese a las limitaciones propias de la extensión, en todos ellos Izaskun Gracia Quintana es capaz de crear una nueva realidad tan rica en matices como las que aparecen en las novelas, incluso cuando nos habla de sociedades con creencias y medios de subsistencia totalmente distintos a los que conocemos. Y lo consigue por su prosa potente, por elegir el detalle exacto, por transmitirnos imágenes difíciles de olvidar. Izaskun Gracia Quintana es una gran narradora y, nos cuente lo que nos cuente, nos mantiene pegados a sus páginas.