¿Os gustan los dragones? O mejor dicho, ¿a quién no le gustan los dragones? A mí me encantan. Los dragones, esos seres mitológicos y fascinantes que escupen fuego, que se asemejan a los dinosaurios y que pueden volar. Rojos, verdes, negros, azules… Los hay de todos los colores. Unos buenos y otros malos, pero todos asombrosos. Desde Eragon a Drogon, Viserion y Rhaegal, los «hijos» de Daenerys Targaryen en Canción de hielo y fuego.
Y es que de dragones va la cosa, ya que en el libro que hoy os traigo conoceremos a unos cuantos. ¿Os atrevéis a domarlos? ¿O preferís luchar contra ellos?
Los tesoros de Sheila. Parte I: El viaje, de Sara Pujol Martorell, nos presenta a Sheila, una joven que ha crecido escuchando historias de fantasía. Pero ya sabemos que las historias son solo historias… ¿no?
Sheila y los suyos son testigos un buen día de la magia que llega al pueblo. Una magia cargada de oscuridad. Un rey con ansias de poder. Pobre de aquel que se interponga en su camino…
Siempre da un poco de miedo leer un libro de un autor desconocido. No sabemos si su estilo encajará con nuestros gustos o si la historia realmente nos atrapará. Y encima si el autor es una chica simpática, agradable y creativa que ha confiado en ti para que leas su novela, la responsabilidad es grande.
Afortunadamente este libro me ha parecido una maravilla. Ya desde un primer momento me entró por los ojos por lo que prometía, y os aseguro que lo que promete lo cumple. De hecho, lo supera.
Ritmo, estilo, narrador y ambientación. En mi opinión todo ha sido excelente. La voz de Sheila, nuestra narradora en primera persona, ayuda mucho a que nos encontremos a gusto desde el comienzo, ofreciéndonos su día a día, conociendo a su familia, al chico que le gusta, sus costumbres, sus leyendas… Todo.
Sheila es cercana, jovial e impulsiva. Una chica que me cayó bien al instante, pues derrocha frescura al igual que la pluma de Sara Pujol Martorell. Y es que Sara también es muy joven, pero con esta novela nos demuestra todo el potencial que hay en ella —no solo por el relato que ha escrito, sino también por su talento como dibujante, ya que ella misma ha llevado a cabo el diseño de la preciosa y sugerente portada— y la tremenda originalidad que sale de su cabecita, porque a pesar de tratar un tema tan frecuente —y al que estamos muy acostumbrados— como es el de los dragones, ella es capaz de añadir, retocar, decorar e inventar unas historias impresionantes alrededor de estos seres fantásticos para que no dejemos de sorprendernos según pasamos las páginas.
Unas páginas que se van calentando con la luz de las gemas y el fuego de los dragones, pero sobre todo con ese cliché que nunca falla, el de Enemies to lovers. Un cliché ante el que yo caigo rendida y que se compone aquí de forma brillante por Sheila y Kalex, un guardia del rey Arthur, un joven detestable y mal hablado cuya evolución presenciaremos y del que nos iremos enamorando poco a poco.
Tanto amor como odio, giros inesperados, sobresaltos, aventuras, venganza, injusticias y traiciones hallaréis en Los tesoros de Sheila. Parte I: El viaje. Una historia de fantasía que esconde mucha realidad, pues la avaricia y los conflictos bélicos están a la orden del día en nuestra vida al igual que en el mundo de Sheila.
Pero no os desaniméis, que con esta protagonista fuerte y decidida todo será posible. Y lo mejor es que al ser la primera parte de una saga todavía queda mucho por andar y por descubrir. Muchos secretos y respuestas que nos esperan de la mano de esta joven autora, de Sheila y de esos extraordinarios dragones.